Requerimos una Nueva Conciencia del motivo de festejo. Requerimos elevar el motivo del mediocre esfuerzo, que por mayúsculo e intenso que sea, si no logra el objetivo, es mediocre y digno de menospreciarse -por duro que se escuche para los oídos clásicamente sensibles en este tema, precisamente los festejados en extremo por sus esfuerzos-, a el único motivo de verdadero festejo: el logro. Esto nos haría adictos por enfoque emocional y profunda atracción al logro exclusivamente…