“No me enseñes ni me ayudes a mejorar en mi economía, porque esa es la única manera con la cual me ayudarías a darme cuenta de la pobreza en la que vivo, y no es la pobreza la que me incomoda, sino el darme cuenta de ella”. Esta actitud es lo que alcanzo a ver en miles de mexicanos, los que más se quejan de que no les alcanza el dinero. Pareciera que está prohibido hablar de dinero en este país, exactamente el mismo donde vive el hombre más rico del planeta.