in Desarrollo Humano

Para emprender evita la pobreza.

Hoy reflexionaré del concepto “pobreza”, ese que no tiene nada que ver con el dinero…, pero que terminará afectando tus finanzas.

El Diccionario de la Lengua Española define en su acepción más representativa a la palabra “pobreza” como: falta, escasez. Punto, así nada más. Ahí no dice: falta de dinero o algo semejante. Simplemente falta, escasez. De hecho, otra acepción que da el mismo diccionario es: falta de magnanimidad, falta de gallardía, falta de nobleza del ánimo. ¡Es impactante cuando entiendes lo que implica! –como todo–.

En mi vida de emprendedor he notado cómo hay gente pobre, y no, repito, no es referente al dinero, es en el concepto más exacto de la palabra. A la gente pobre, que bien mejor podría decir de mente pobre, le faltan muchas cosas, mira lo que he observado que les caracteriza:

  • Escaso conocimiento
  • Escasa autoestima (con sus consecuentes escasas gallardía, coraje, determinación)
  • Escasa disciplina
  • Escasa voluntad
  • Escasa limpieza
  • Escasos amigos
  • Escasa salud
  • Escasa visión

Y nota cómo en ningún punto anterior apunté “escaso dinero”… pero ¿qué crees? Todo lo anterior suele llevar a la persona a la pobreza económica. Entendiéndolo así, la economía de una persona siempre será consecuencia. De hecho, la economía de alguien es manifestación de su nivel de evolución espiritual. He producido un DVD con toda una conferencia llamada “Economía espiritual” por si quieres profundizar al respecto. Por otro lado déjame decirte que a la gente rica que conozco, verdaderamente millonaria, curiosamente cuando analizo sus vidas, se vuelve a cumplir el precepto, son personas con abundante conocimiento, muy abundante autoestima (abundante coraje, determinación, valor), abundantes amigos, abundante salud, gran visión. ¿No se te hace interesante que, entendiéndolo así, la pobreza y la riqueza son más que nada una característica mental que luego se manifesta en otros aspectos hasta llegar a la economía? A mí me cautivó este entendimiento cuando lo alcancé. Quizá por eso te lo comparto. ¡Me encanta compartir lo que entiendo!

Hace un momento comentaba en una de mis páginas públicas de Facebook, una que tengo especializada en análisis de negocios, una de las frases que más me han impactado, y no tanto por la frase en sí, sino por quién la dijo, como siempre sucede. El valor de un concepto muchas veces lo confiere precisamente quien lo dice. Se trata de una frase de Jack Yun Ma, empresario chino, quien tiene la fama de ser el hombre más rico de ese país (se calcula su fortuna personal en más de 25 mil millones de dólares), de hecho el primer empresario chino en aparecer en la portada de la revista Forbes, fundador y presidente de Alibaba Group, un consorcio de negocios de Internet, comercio electrónico, de enorme éxito en China. Este empresario, aconsejando en materia de negocios durante una de sus conferencias, dijo algo impresionante:

“Es imposible complacer a las mentes pobres”.

¡Pum! ¡¿Vas a invitar a un negocio a un pobre?! Y repito… ¡nada tiene que ver con el dinero!, sino como dice Jack Ma, a alguien con mente pobre. En mi experiencia, invitar a personas a emprender algún proyecto me ha dado un vasto conocimiento, por experiencia propia y de primera mano, de este fenómeno. Para emprender evita la pobreza. Es imposible progresar si invitas a tu proyecto a personas pobres, de mente pobre. Me refiero a alguien pobre en su capacidad para entender, pobre en autoestima siendo extremadamente miedoso ante “el qué dirán” luego de que tome una decisión; por lo mismo, es gente que le cuesta enorme trabajo tomar una decisión por sí misma, personas que primero tienen que consultarlo con su marido, con su esposa, con su amigo, con el oráculo, con la lectura de cartas, etc. Gente que cuando analizas su círculo de influencia, ¡también es pobre! Pobre de amigos, pobre de confianza en sí mismo y pobre la confianza que inspira en los demás. Y cuando observas con objetividad su imagen, se muestra con pobre limpieza, pobre postura, pobre salud. Y cuando la persona abre la boca y escuchas sus opiniones… grita su pobreza de optimismo, su pobreza de entusiasmo, su pobreza de fe. Y cuando te enteras de su historia, se muestra refulgente su pobre perseverancia, su escasa disposición, sus constantes explicaciones para argüir su falta de tiempo y en general su pobre fe en Dios. ¿Te gustaría tener de socio a alguien así? O… ¿Eres así y por ello nadie te ha invitado a ser socio y emprender un gran proyecto?

Si eres emprendedor, nuestro error es invitar a alguien así a emprender. La culpa no la tiene el otro, sino uno al no reconocer esta realidad de la vida, el concepto global de pobreza en la vida de una persona, donde, repito, nada tiene que ver con la cantidad de dinero que tenga esa persona. Yo mismo conozco negocios exitosísimos que se pueden emprender sin invertir ningún dinero adicional, donde incluso cuento mi historia…, y aún en esos negocios hay gente que no puede. ¡Y no se requería dinero! Se requería apertura mental para conocer bien y directamente del experto (y aquí hay gente que tiene una mente tan cerrada que puede creer que se requiere una gran apertura mental), se requiere de autoestima para poder decidir y actuar de inmediato, de relaciones humanas, de voluntad, de coraje, de determinación, de emoción y optimismo. Pero hay gente carente de todo esto. Por ello, a este tipo de personas, les digas lo que les digas, les expliques como les expliques, les demuestres todo lo demostrable, será imposible complacerlas para contar con ellos y emprender. ¿Has notado personas que hasta carentes de capacidad para concentrarse son? ¡Existe pobreza de concentración! Personas que a los cuatro minutos de explicación, ya los perdiste.

Para emprender, todos quisiéramos encontrar y hacer amistad con personas ricas –y una vez más, no me refiero a dinero, sino al concepto global en la vida de alguien–, personas con abundante autoestima, gran conocimiento, enorme coraje y disciplina, de gran carisma, con abundantes contactos con gente interesante y poderosa, personas con gran capacidad de concentración, gente que pone mucha atención, etc. De hecho, ¡esta es una gran estrategia para triunfar! Lo he explicado ampliamente en toda la segunda parte de mi libro Ser líder. Pero de momento aquí, te comento que se necesitan dos condiciones:

  1.  Qué tú seas igualmente rico, para que por ley de semejanza atraigas a gente así a tu círculo de influencia
  2. Entender que hay poca gente rica. Requerirás paciencia.

Fíjate cómo cité a Jack Ma, el hombre más rico de China… ¡y cuántos chinos hay! Y solo hay uno como el más rico, ¡solo uno! Como te digo, gente rica –repito, como concepto, no de dinero– hay poca. Entonces, si buscas gente así, deberás cultivar la virtud de la paciencia. La paciencia es trabajo constante hasta encontrar, pero sostenido mediante la sensación de certeza de que encontrarás. Así yo entiendo la paciencia, trabajo constante por sensación de certeza. De hecho, otro de los consejos que este gran millonario ha dado en sus conferencias es perseverar hasta lograr. Pero, no perseverar a lo tonto, sino con inteligencia, abierto a dar paso a los cambios que se requieran para alcanzar tus objetivos. Los emprendedores somos personas que nos atrevemos a hacer incluso más allá de lo que nuestros estudios o fama nos parecen limitar.

Hoy te invito a generar riqueza, pero riqueza intelectual, riqueza emocional, riqueza espiritual… y verás que si aceptas mi invitación a generarla, la consecuencia siempre será una mejor calidad de vida donde riqueza material se vive naturalmente. Pero todo empieza con tu actitud. ¡Todo empieza con tu actitud, con tu mentalidad, con su disposición!

¿Tienes mente y actitud de pobre o mente y actitud de rico?

Cuando leía un poco de la biografía de este hombre, Jack Ma, me gustó cuando afirmó en alguna de sus charlas: “Tu actitud hacia el trabajo y las decisiones que tomas son más importantes que tu capacidad”. ¡Este sólo concepto podría ser tema de toda otra columna y conferencia completa! Aquí tan solo quiero hacerte notar cómo no debes limitarte por lo que te crees capaz, por tu habilidades y aptitudes o por tu historia. ¡Sin duda son “el camino fácil” para ti!, pero cuando te atreves a tomar una decisión que te invita a hacer incluso lo que nunca habías hecho, y si emprendes con actitud de triunfador incluso ahí en un mundo que crees que no era el tuyo… ¡te puedes llevar una sorpresa! Jack Ma decidió en sus años mozos convertirse en maestro de inglés para ayudarse con ese sueldo, desarrolló la habilidad, luego, dado que necesitaba dinero, se metió a trabajar en McDonald’s… y lo corrieron. ¿Fracasó? No creo… hoy él afirma que agradece tanto que lo hayan corrido de ese restaurante de comida rápida ya que fue una de las condiciones para que, incluso sin tener las habilidades, empezara a voltear a ver sobre lo ventajoso que podría ser el Internet y con gran actitud incursionó en ese ámbito tomando la decisión. Un maestro de inglés, empleado de McDonald’s, atreviéndose a investigar de Internet. El resto es historia.

Si deseas tener éxito, uno de los ingredientes es el que hoy aquí te comento… ¡necesitas desarrollar una mente de riqueza! Necesitas decidir por ti mismo sin preguntar a nadie –valga la redundancia–. Necesitas más coraje y determinación. Necesitas más conocimiento, requieres de mucha mayor autoestima, necesitas de más y mejores amigos, necesitas creer mucho más en ti, tener mucha más disposición, ten más fe en Dios. Te garantizo que si decides transformarte en alguien así (para lo cual no necesitas dinero, sino buscar a alguien así y pegártele, seguir sus consejos, aprender observando su estilo de vida), terminarás atrayendo a gente afín. Cuando un periodista le preguntó a Jack Ma por qué le interesaba emprender negocios en América Latina, respondió: “Porque ahí he encontrado a algunas personas como yo, somos el mismo tipo de animales”. El mismo tipo… ley de semejanza.

“Si hoy es difícil, mañana puede que sea incluso más difícil, pero al siguiente día todo puede ser muy bonito. La vida puede ser complicada, pero hay que tener confianza en el futuro”, sigue afirmando este afamado empresario. Y sí, me consta, he vivido momentos así. Hoy más que nunca México requiere de personas ricas… quiero decir, abundantes de optimismo y fe en la vida, ¡de esas que ya no se quejan!, sino que usan su energía mejor para emprender y solucionar. Hoy hago un llamado a reunirnos personas así. Es inteligente, es bueno, y termina siendo en beneficio de todos. En la vida, los emprendedores, no necesariamente hacemos lo que más nos gusta, sino lo que más conviene. Y atreverte a hacer lo que conviene muchas veces pondrá a prueba tu ego, ese que no se quiere salir de su área conocida, de esa donde es “experto”, aunque se mantenga en la pobreza. Qué ironía. Te invito a abrir tu mente, a hacer lo que tengamos que hacer para mejorar, porque sé que el trabajo enriquece a la persona, pero hasta que entiendes y conectas con la abundancia, el sentido de que no nacimos para trabajar, sino para ser felices ayudando a otras personas, paradójicamente implicará realizar un trabajo que así, deja de serlo. ¡Qué bella paradoja!

Espero que estas letras hayan favorecido el que al emprender, juntos mantengamos nuestra…

¡Emoción por existir!

–Alejandro Ariza.

Escribe un comentario

Comment

12 Comments

  1. Muy buena información,, dr ariza, desgraciadamente hay mucha gente pobre, Estoy iniciando un negocio y ta tengo mas de 30 empleados, e tratado de invitarlos a emprender y me toman a loco, incluso pongo audios de superación y me critican, no se puede no hay interés, hace unos años lo escuche en una conferencia de liderazgo y teorias del poder, acá en tehuacan pue. Me ayudó muchísimo, gracias por su ayuda, de todo corazón Saluditos. y bendiciones 🙂 🙂

  2. Gracias por estas lineas, definitivamente desde hoy lo aplicaré para hacer la diferencia y decidirme a emprender. Es cierto…..somos de otra raza.
    Dios lo bendice ⭐️🙏🏻. Todo mi cariño y admiración.

  3. Increíble……., “más señales de cambio” cada día me sucede lo que se muestra en todas las líneas y mensajes que me llegan a cada momento, y se que lo estoy llamando. Gracias Dr. Ariza, siempre está en mi vida su gran consejo desde que tuve la oportunidad de conocerlo, gracias por transmitirme su energía y fortaleza de gran ser humano.

  4. Dr. Ariza le estoy eternamente agradecida a Dios o a las fuerzas del universo por su presencia en este momento de mi vida…es usted un gran apoyo para muchas personas como yo que nos comparte otra forma de vivir la vida!!! Siga compartiendonos sus enseñanzas. Mil gracias.