
Ayer atendí a una paciente de aproximadamente 30 años con franca depresión. Pidió consulta conmigo porque su psicóloga ya recomendaba a alguien más, la veía mal y que iba empeorando. Sí, la vi mal. Pero en menos de una hora, ya estaba sonriendo y me confesó sentirse mucho mejor, como un 60% mejor, como no se había sentido en meses, en tan sólo una hora. Le ayudé a descubrir la verdadera razón de su ansiedad y depresión: se le acabó el dinero y no encuentra manera de ganarlo. Así ya lleva casi 10 meses. Otro caso más de los que siempre he dicho en mis conferencias: un altísimo porcentaje de mis pacientes abatidos emocionalmente y con ansiedad, cuando analizo y confronto con mi estilo de terapia, descubrimos que la verdadera causa de su estado no es un problema de depresión sino un problema económico. Lo afirmo en mi libro, Inteligencia para el dinero: Existe una enorme y muy fuerte relación entre tu estado de ánimo, tus emociones, y tus finanzas, tu dinero. Le explicaba a mi paciente de ayer que no necesitaba un antidepresivo, si pensaba en un medicamento, sino, para su caso, el mejor antidepresivo que le podría recetar, uno que realmente resolviera su problema emocional: ganar dinero, e idealmente, mucho. Recuerdo perfecto cómo durante mi terapia, cuando la ayudé a visualizar su futuro con mucho dinero, se enderezó, echó los hombros para atrás, sonrió por primera vez en toda la hora de sesión, miró hacia arriba con ilusión, ante mis preguntas su tono de voz fue más fuerte, su ritmo más veloz, llegó a suspirar con emocionante ilusión y… ¡empezó a imaginarse haciendo cosas! Cuando estaba ya varios días encerrada en su casa haciendo nada, sin ganas de moverse en absoluto más que dormir y dormir y casi no comer, con toda la pereza del mundo incluso apenas quería bañarse. Pero ya te digo, hacia el final, luego de varias estrategias que uso en mi terapia, cuando llegamos a un ejercicio de visualización, ella imaginándose con grandes sumas de dinero, todo signo clínico de depresión desapareció como por arte de magia. Así fue que le comenté a manera de broma –sin serlo tanto– que si me buscaba para un antidepresivo, ya le recetaba el mejor en su caso: ganar mucho dinero sintiéndose útil y feliz produciéndolo. La paciente que atendí ayer me inspiró a escribirte hoy. Y más porque estoy notando cómo varias personas están viviendo más problemas económicos alrededor de estos días.
Cuando pensaba en el título de este artículo, el primer título que me pasó por la cabeza fue: “Cinco manifestaciones de inteligencia para el dinero”, y es que sí, te daré una lista de cinco valiosos consejos para mejorar tus finanzas personas que requieren de una sensata aplicación de tu inteligencia, y más en esta época en donde la inflación está pegando ya el bolsillo de muchas personas. Decidí dejar el título que quedó porque intuí que más personas podrían sentir atracción por saber cómo solucionar sus problemas que un desafío para su inteligencia, pero pues ya te dije, lo primero implica lo segundo. Incluso serán cinco pasos para alcanzar libertad financiera. Muy sucintamente… ¿qué es la libertad financiera? (Porque para esto también hay una lista, hasta hay niveles): que dejes de sentir preocupación por ganar dinero porque ya tienes todos tus gastos cubiertos por ingresos fijos, y hasta más. ¿No te encantaría vivir así? Déjame que te diga: no es cuestión de suerte, esa que sólo a algunos parece que les tocó. Es un sistema a desarrollar y, potencialmente, cualquiera podría vivir así.
Existen una enorme cantidad de “recetas de cocina” para mejorar las finanzas personales. Está demostrado que la persona promedio se ve atraída por este tipo de listas y cosas por hacer. Sin embargo, recuerdo haber guardado esta lista en mis notas porque es, dentro de tantas listas de sugerencias que pueden existir en este tema que tanto da para ellas, quizá la mejor, o una de las “top 3”, en mi criterio. Es breve, práctica y poderosa. Sin más, aquí está para ti y más adelante me permitiré comentarte cada paso para ayudarte en este sincronístico mensaje que por algo llegó a ti hoy:
- Paga todas tus deudas hasta no tener ninguna.
- Gasta menos de lo que ganas
- Crea un fondo de ahorro para imprevistos
- Invierte
- Genera nuevas fuentes de ingresos
Paga todas tus deudas hasta no tener ninguna.
Este es es un paso eminentemente emocional. En varias de mis conferencias ya he golpeado amorosamente la conciencia de mi audiencia con esta afirmación que dicto:
“Endeudarse es un hábito”
Por ello se trata más de un reto en tu psicología que de tus finanzas. Para muchos, creer que, por ejemplo, si alguien milagroso les regalara todo el dinero que deben para que así pagaran todas sus deudas y de un momento a otro ya no debieran nada, sintiendo esa libertad, sintiendo cómo se les quita un enorme peso de encima, sintiendo cómo se liberan del yugo por al fin ya no tener ni un sólo centavo a deber, descubrirían luego de unos cuantos días, sólo unos cuantos, cómo se vuelven a endeudar. Endeudarse es un hábito. Y ahora, para colmo, sintiendo como “poquito y manejable” a lo que asciende esta “nueva” deuda, creyendo que la podrán pagar poco a poco. Se les olvida que precisamente así empezó aquella enorme deuda que el milagroso les ayudó a pagar de un momento a otro.
Necesitas pedir ayuda profesional para salir de tus deudas, necesitas ayuda terapéutica –toma muy en serio esta recomendación que casi nadie te hace en materia de finanzas personales– y ayuda de asesoría financiera. Para salir de tus problemas económicos, para iniciar con este primer paso, necesitas las dos ayudas, emocional y financiera.
Este paso que estamos comentando bien lo podríamos dividir en dos, pagar todas tus deudas, y no tener ninguna. Aunque parece implícito lo segundo luego de lo primero, no es necesariamente así. Para pagar tus deudas existen incluso estrategias muy buenas para lograrlo, el pagar con “la estrategia bola de nieve”, el reto de registrar el absoluto de tu deuda, el compromiso con pagar toda y no solo una gran parte, cosa que muchos ya sienten como bálsamo revivificador pero que no los libera (ves cómo endeudarse es un hábito, tan arraigado en muchos que la posibilidad de liberarse de absolutamente toda deuda no la contemplan, de esos casos raros que manteniendo una deuda “chiquita” los hace sentir mejor y siendo así ya suficiente mejora para ellos); pero otro tema es no tener ninguna deuda, con lo que quiero que se infiera el reto de no volverte a endeudar luego de haber pagado todas tus deudas. De verdad, este es un reto, es el gran desafío de romper con un vicio. Controlar el impulso por comprar es tema de terapia, más de lo que imaginas. Es algo exactamente igual que en la dinámica de un alcohólico, un drogadicto. Existe la patología mental de la adicción a las deudas. El tema es serio y, si es tu caso, debes atenderte. Recuerdas cuando a los pacientes alcohólicos se les dice: “…valoro mucho que quieras salir adelante tú sólo, pero ya viste que así no puedes, necesitas internarte, necesitas pedir ayuda profesional”. Pues es algo más o menos así. El endeudado cree que él puede sólo, y sí, lo intenta, se siente decidido a salir del problema, pero no lo logra. Exactamente igual que el paciente alcohólico. Hasta que toca fondo y pide ayuda. Mi paciente de ayer eso hizo precisamente.
ArizaTip: tómate en serio este primer paso. Es serio, muy serio. Si quieres descubrir que tienes muy arraigado el vicio de endeudarte, notarás cómo aun sintiendo que das este primer paso, decides pagar todas tus deudas hasta no tener ninguna, gastarás lo que no debes antes de pagar tu deuda, porque te das una palmada diciéndote que “ya empezaste, que vas bien”, entonces te premias siguiendo con tu inconsciencia. Ningún momento es bueno, ninguna condición económica es la adecuada, para derrochar dinero. Tengo otro paciente, muy endeudado, que ayer me platicaba que tiene planes para irse a varios viajes en verano. ¡Pero si todo ese dinero podría usarlo para pagar parte de sus grandes deudas! Ya se habituó a ellas y siente, como ha llevado su vida, que no pasa nada grave. Te digo, vivir endeudado es un hábito, un vicio del que poco se habla como tal.
Gasta menos de lo que ganas.
Aquí se trata ahora de la adquisición de un nuevo hábito. Vivir gastando menos de lo que se gana es un estilo de vida, una manera de ser, una forma de pensar que conviene arraigarla profundamente. Es la única manera de blindarte para nunca volver a tener problemas económicos. Si lo piensas con detenimiento, lo es. Porque mes tras mes podrás guardar eso que ganas de más por sobre tus gastos, eso que has logrado hacer que te sobre. Sí, leíste bien, necesitas hacer que te sobre el dinero, pero para que tu ego no se asuste y digas: “… hey, ¡a nadie le sobra el dinero!”. Pues cómo ves que sí y no tan sólo sí, sino que es una condición esencial para salir de tus problemas económicos, para blindar tu economía y para mejorar tus finanzas. No hay manera de ahorrar, y lógicamente mucho menos de invertir, si no logras conservar una cantidad de dinero, mes tras mes, luego de haber pagado todos tus gastos fijos (y muchos, si no todos, de los variables).
El reto aquí, para que des este paso con pie firme, es el gran desafío de “estar consciente” de lo que gastas y de lo que ganas. ¡Tienes que ver, tienes que saber, tienes que darte cuenta!, es decir, tienes que llevar un registro diario y dedicar tiempo todos los días a revisar tus gastos y tus ingresos. Si no te das el tiempo diario y si no quieres ver, no vas a poder solucionar tus problemas económicos. Nunca podrás dar en el blanco que no ves.
Sé perfectamente bien que cuando uno anda sufriendo, en vez de solucionar de raíz para eliminar totalmente la causa del sufrimiento, puede –tontamente– optarse por “disminuir aparentemente bastante” el sufrimiento, por lo menos momentáneamente, con clásico mecanismo de defensa de la evasión, preferimos no ver. “Ojos que no ven, corazón que no siente”. Pero si hoy, inspirado como ando, yo tuviera que mejorar ese dicho para hacerlo más atinado, te diría: “Ojos que no ven, consciencia que prefiere no darse cuenta de que el corazón está hiriéndose gravemente”. Como bien lo sabes, es cuestión de tiempo. Aquí la pregunta no es si tienes un grave problema o no, la pregunta, la única, es cuánto tiempo quieres esperar para que te explote un grave problema que ya estás gestando.
¿Cómo te metiste en problemas económicos? Si somos sinceros y analizamos la historia… poco a poco y sin que desearas ver la ley causa-efecto. Entonces, ¿cómo vas a salir de tus problemas económicos? Poco a poco y viendo la bendita ley. ¡Te garantizo que tu problema económico, sea de la magnitud que sea, tiene solución! Saldrás adelante. Sólo hay que empezar a dar este paso: gasta menos de lo que ganas. ArizaTip: Al principio, extrema la medida, gasta mucho menos, muchísimo menos, lo que más puedas dejar de gastar hasta llegando en varios momentos a la casi exageración, más allá de la frugalidad, rosando lo tacaño. Acelerarás el paso. Pero de una u otra forma, ¡da el paso!
Como hoy ando de ganga… otro ArizaTip para ti: es famoso y se mantiene vigente el gran consejo de eliminar el “gasto hormiga”, esos pequeños gastos que por ser tan pequeños, no los solemos ver, como gastos en café, cigarros, “cositas”. Pero es menester actualizar la conciencia de este gasto innecesario y hoy hablar también de los “gastos hormiga digitales”. Necesitas estar consciente de lo que “se te va” de dinero en membresías, aplicaciones para tu celular, videojuegos, servicios de streaming, etc. El tema es nuevo y se le pone poca atención. Si te sientas a hacer cuentas de este tipo de gastos, te puedes llevar una enorme sorpresa. Elimínalos.
Crea un fondo de ahorro para imprevistos.
A todos “se nos puede atorar la carreta” en el camino. En estos tiempos, donde la inflación es muy alta en nuestro país y también en el país vecino del norte que tiene ser fama de potencia mundial (no digamos en los países vecinos del sur), es un verdadero –este sí auténtico– bálsamo revivificador el tener dinero ahorrado para cuando momentánea y sorpresivamente los ingresos no superan los gastos, cosa que sucede con enorme posibilidad en épocas como las que estamos viviendo, amén de que surga un imprevisto como un accidente, una enfermedad, lo inesperado. Luego de dar los dos pasos anteriores –es inoperante hacerlo antes– necesitas dar este otro paso, dentro de tus ahorros, destinar una cantidad para crear un fondo para imprevistos. También, es cuestión de tiempo. Para que no tengas pretexto, se trata de guardar un porcentaje de tus ingresos, así no hay de que “no me alcanza” si se tratara de una cantidad fija como meta. Un porcentaje siempre se puede apartar. En algunos meses será muy poco dinero, en otros mucho. Pero siempre algo.
¿Cuánto dinero sugiero que tengas en este ahorro? Para empezar ponte la meta de 20 mil pesos, luego lo que sumen tres meses de tus ingresos fijos, luego seis meses e idealmente luego un año de tus ingresos. Puede que te tardes mucho en lograrlo, años, ¡pero el mágico secreto es empezar! Una viaje de mil leguas empieza con un paso. Te comparto una frase que tengo en mi escritorio digital:
“Da el primer paso. No te llevará muy lejos, pero jamás llegarás muy lejos si no das ese primer paso”.
No te imaginas la paz, la seguridad, la armonía, cómo se conserva el buen humor, cuando aun pasando por momentos de dificultad, cuando no hay ingresos como antes, cuando momentáneamente los gastos están superando a los ingresos como algo inesperado, aun así sentir libertad financiera, porque tienes el dinero que se ofrece. Sí, llegó el momento, el ya se ofrece.
Hoy comentaba en un desayuno, que recordé haber escuchado una frase dentro de una serie que disfruté mucho, “Sapere aude”, cuando una mamá multimillonaria con hijo junior, descubrió que empezaba una caída, que las deudas estaban ahogándola. Se volteó y le dijo a su hijo: “Hoy vendo la casa de playa”. El junior con ojos exorbitados le contesta: “¡No hagas eso mamá! ¡No, esa casa no!”. La mamá le clava la mirada y enfurecida le responde: “¡Tienes la enfermedad del rico!”. El junior se quedó como no entendiendo –como normalmente vivía–, y la madre le explica es “enfermedad”: “Te siente bien sólo por tener y tener y no usar. Esa es la enfermedad del rico. A esa casa no vamos desde hace años, por un lado, y por otro, muchas veces debes comprender que los bienes son para remediar males, así que usaré esa casa para salir de esta tragedia en la que nos hemos metido”. El chavito seguía sin entender, naturalmente. Pero me encantó el consejo, la enfermedad del rico es tener y tener sin querer usar nunca. Esa madre había “ahorrado” de alguna manera teniendo varias propiedades, y llegó el momento de usar una parte de los ahorros y ¡los usó! Tenía un fondo para imprevistos, en su caso, una mansión en la playa.
Guardada la proporción, a mí me pasa, le encontré un placer difícil de describir y más difícil de compartir, al ahorro. Se engolosina uno tanto, aunque ahorre poquito, que cuando llegan momentos de “vacas flacas”, me obsesiono con el gran reto de producir más, buscando ideas hasta por debajo de las piedras, antes que tocar mis ahorros, ¡olvidándoseme que una parte de ellos era para estos momentos! Ya me duele el codo gastar hasta lo que se había diseñado para estos momentos. Hoy en la mañana comentaba que desde hace muchos años hice un apartado de mis ahorros “por lo que se ofrezca”. ¡Y pues ya se ofreció! ¡Y es una bendición recordar que para estos momentos era! Luego de pasar saliva porque no quiero gastar lo ahorrado, recuerdo el diseño original de ese apartado y viene una enorme sensación de gratitud a Dios y a mi mismo, a la inteligencia para el dinero que he desarrollado y aplicado primero que nadie en mí, así, logro pasar momentos de “imprevistos” en paz y conservando mi total seguridad, alegría y libertad.
Esto cualquiera lo puede hacer. Tampoco es cuestión de “suerte de tener un guardadito”. No, aquí la suerte no juega. Juega sólo la estrategia, el conocimiento, la disciplina, el incremento de conciencia, y se pasa ese momento sin experimentar tragedia. Consciente de que sólo es un momento y al mismo tiempo ya pensando en los siguientes pasos.
(Nota trascendente de este paso: ¡Las tarjetas de crédito no son para imprevistos! Para imprevistos hay que hacer un guardadito. Las tarjetas de crédito es otro tema, muy otro).
Invierte.
Ya ahorras, ya guardas dinero, ese que te sobra por gastar menos de lo que ganas, ahora toca aprender a hacer que ese dinero guardado genere él sólo dinero a su vez. Guardar dinero es una cosa, ya valiosa, pero otra es que ese dinero guardado haga que ganes más dinero aún, cosa más valiosa y más inteligente.
A invertir se aprende. Se trata de “meterle dinero” a algo donde ese algo te devuelva aun más dinero del que le metiste. Esta es la forma más sencilla de explicarte lo que significa invertir.
Ayer recibí un correo de una persona que me pedía ayuda para invertir. Le llamé de inmediato y me platicó sus circunstancias. Tenía un poco de dinero que quería guardar en algún lado donde le produjera más dinero (invertir), y por las cantidades, lo primero que hice fue sugerirle que invirtiera en un pagaré a ocho días en “Hey banco”. Hoy en día, este banco digital (que es la versión digital de Banregio) está dando ¡rendimientos del 8% anual liquidables cada semana! Esto ningún banco en México, ninguno, te lo da. Le dije que yo la podría ayudar recomendándola a ese banco. De paso esté decir aquí que si te interesa mi recomendación para que abras tu cuenta en este banco (se abre con tan sólo 250 pesos) contáctame aquí y te ayudo con mucho gusto, platicamos y te explico con más detalle. Me encanta platicar de cosas tan buenas.
Hay muchas otras maneras de invertir, es un tema muy extenso, y por ello siempre conviene acercarse con un mentor, alguien que se dedique a ello, para que juntos analicen lo mejor para ti. También te puedo recomendar a expertos que la vida me ha presentado.
Genera nuevas fuentes de ingreso.
¡Esto es sin duda una bendición! Una bendición autogenerada. ¿Quieres un ArizaTip con todo mi corazón? No te acostumbres a lo que ganas, no te ajustes salvo en momentos de necesidad. ¡Es sublime tener un extra siempre! Recuerdo que hace años en alguna de mis conferencias le preguntaba a la gente: ¿Si ganaras 100 pesos extras, te gustaría? Me sorprendía enormemente cómo había gente que se quedaba como pensando: “Mmmm, uy… es es muy poquito, ¿no?”. De verdad, increíble. Yo, esté mi economía como esté… ¡me encanta ganar incluso sólo 100 pesos… caray sin son “extras”! En mi perspectiva, cualquier cantidad, la que sea, si es extra, es buenísima. Todo suma. Ahora bien, si se puede ganar más, muchísimo más, naturalmente que muchísimo más gusto.
El poderosísimo paso dos, ese de gastar menos de lo que se gana, de verdad, por la más pura lógica, es muy, muy poderoso, enormemente transformador para bien con el paso del tiempo, pero… suele ser doloroso. Se requiere un gran manejo y acompañamiento emocional (¡por eso te insisto tanto en la trascendencia de ir y mantenerse en terapia, la terapia es canasta básica, de verdad!) porque duele mucho, mucho, bajar de nivel de vida y no morir en el intento. Tú bien sabes, cómo hoy en día vivir de la apariencia es casi la norma, por la tremebunda influencia y coerción que para muchos implica, sin darse cuenta, las redes sociales, ver el estilo de vida de los demás, comparándose, queriendo ser así también. Me da risa recordar lo que una paciente me dijo cuando contrató mi asesoría y le daba algunos consejos ajustados a su circunstancia, y cuando llegamos al paso dos, eso de gastar menos de lo se gana, me dijo: “Uishhh, ay no doctor, yo antes muerta que sencilla”. ¡Hazme favor! Gran parte de la depresión de mi paciente de ayer fue porque mientras está encerrada en su casa, desesperada por no saber qué hacer, sola, acostada, empieza a ver Instagram, donde todas sus amigas publican “lo bien que están” económicamente y los viajes que tienen con sus parejas, “felices”, en lugares paradisíacos, etc. Parte de mi terapia de ayer fue pedirle que dejara las redes sociales una temporada. Acepto que por un momento me vio con una mirada de “si no entro a ver mis redes sociales ahora sí ya no haría nada de nada”. Y sí, porque eso era lo único que “hacía”. Te puede resultar increíble, pero esto es más común que lo que imaginas. Y eso aunado a que sus amigas suben fotos con un cuerpazo de gym, y aun así comiendo aparentemente de todo en los mejores restaurantes, al mismo tiempo mi paciente, además, no es feliz ni está satisfecha con su cuerpo. Este es otro tema, pero trasciende.
Deja de compararte. Te adelanto que hoy por hoy…
Compararse en otro hábito y otro muy dañino.
Sí, también es un vicio. Las redes sociales no sólo desarrollan el vicio de entrar constantemente a recibir tu chisguetazo de serotonina buscando cuántos “likes” o comentarios tiene tu foto, sino implica el desarrollo del hábito, muy mal hábito, el vicio de compararte. Y una vez más, como todo vicio, es difícil salir de él sólo. ¿Ves cómo la terapia es canasta básica?
Pero bueno, el tema es que necesitas generar nuevas fuentes de ingreso. He notado a lo largo de los años, que cuando sugiero esto en conferencias o en mis asesorías personalizadas, ¡de inmediato surge un bloqueo en la mayoría de la gente! Un bloqueo que he visto harto manifiesto, como si el paciente sintiera que muchos de los pasos para resolver sus problemas económicos puede y está dispuesto a darlos, pero éste, esto de generar una fuente de ingresos adicional, es materialmente imposible. Su bloqueo y negación proviene de preguntarse en su interior: “¡¿A qué hora?!” Y esa pregunta está más que bien justificada para la psicología de las mayorías, donde la gente trabaja intercambiando su tiempo por dinero, aunado a que el poco tiempo que les queda lo absorben las responsabilidades domésticas, el cuidado de los hijos, la atención a la pareja. Esa es la dinámica psicológica de un empleado promedio. Podría sonar despectivo si hasta ahí me quedo, suponiendo que sólo se intercambia tiempo por dinero, porque partimos de la base es que el principal intercambio de un empleado honorable es talento por dinero. Estoy de acuerdo y durante los 30 años que fui empresario noté que sí, sí existen empleados a los que gustosamente les pagué porque recibí un gran valor que aportaron a mi empresa, su talento indiscutible. Pero, ¡también conocí a quien sólo le pague por estar ahí en la oficina en un horario de 9 a 5, sin recibir ningún valor, incluso, generándome problemas! Esa es otra historia, pero te hablo desde la autoridad que me da el haber vivido como empresario 30 años (y medio le sigo). Otra vez, un reto psicológico, un reto para aprender nuevas lecciones de vida. Hoy en día existen una enorme cantidad de fuentes de ingreso ¡que no requieren de tu tiempo como en un empleo! Si sientes un calambre cerebral y se te hace increíble, es entendible, has desarrollado otro hábito, vicio o virtud, de intercambiar tu tiempo y talento por dinero, entonces así es difícil de entender que existan otras posibilidades para ganar dinero. Y en la vida he descubierto a todas luces lo siguiente:
“El ser humano rechaza lo que no entiende. Luego, incluso lo ataca”.
Así, de lleno, de inmediato y sin chistar. A nadie nos gusta sentirnos tontos, y esa es la razón por la que algo que no entendemos, de inmediato lo rechazamos, cerrando cuanto antes la posibilidad de sentirnos tontos, incapaces. Otra vez, se requiere de un cambio en tu psicología para abrirte y escuchar, aunque al principio no entiendas y no sentirte mal por ello. Se requiere creer en ti, se requiere de autoestima (otra razón por la que trasciende el estudiar el tema de mi siguiente conferencia: “Cree en ti”). Si no avanzas en tu autoestima, pero tenías la suficiente para abrirte a la posibilidad de escuchar lo que es desconocido para ti, puedes llegarte a sentir tonto por no entender lo que empezaste a escuchar, y dado que ya no lo puedes rechazar –pues ya estás ahí–, toca que lo ataques. Tienes que atacar haciendo sentir tonto a quien te explica o menospreciando el proyecto, atacas como manifestación de auto-rescate. Hacemos percibir al otro o a lo otro como más tonto que uno para así uno mismo no sentirse tan tanto. Así funciona la mente promedio. Por eso se requiere creer mucho en uno mismo, incrementar mucho la autoestima, para atreverse a preguntar y a saber hasta entender.
“Entender es la modificación de la conducta, consecuencia de conocer bien la ley de acción-reacción en un tema determinado”.
Es un orgasmo prolongado de 75 tiempos intelectuales entender, hasta incluso entender qué es entender. Por eso en mi filosofía de vida sintetizo en tres palabras el origen del éxito cuando al fin logramos transformarnos, cuando al fin logramos mejorar: “Si entiendes, cambias”. Y la evidencia del entendimiento es la modificación de la conducta aunada a un mejor estado de ánimo y orgullo de sí mismo.
Yo conozco una muy sencilla manera de generar ingresos adicionales, de hecho, es una que felizmente tengo prácticamente en automático como bendición de Dios, sobre todo porque no gasto ni un centavo adicional a lo que es mi presupuesto mensual de necesidades básicas. Si necesitas realmente y estás con la suficiente autoestima para aprender y actuar en consecuencia, también te ayudo con mucho gusto, puedes leer del tema aquí.
Ahora bien, yo conozco una manera que, para mi estilo de vida, me ajusta maravillosamente bien. Pero hay muchísimas más. Déjame que te diga algo que puede resultar en otro calambre cerebral para más de uno: hoy en día, es una vergüenza ser pobre si tienes tan sólo una conexión a Internet y un dispositivo de acceso a él. Sin salir de tu casa, sin los horarios de oficina, sin convivencia forzada con ciertas figuras de autoridad, tú sólo, tú sola con una conexión a Internet y un dispositivo de acceso a él, sería lo único que necesitarías para generar lo suficiente para vivir bien. Si te cuesta trabajo creerlo, es enteramente entendible. Este tipo de información no ha estado en nuestro radar de conciencia prácticamente nunca en nuestra vida. Si tienes más de 35 años, te va a costar mucho trabajo entender, bueno, con todo respeto qué digo entender, incluso creer que exista algo así. Para el de mente abierta y de sana curiosidad, ¿te gustaría saber cuánto dinero gana una persona “promedio” del grupo de las que verdaderamente se comprometen a saber de estos nuevos negocios? Te presento una información que investigué para que te vayas haciendo una idea de lo que podría ser un ingreso adicional para ti si te atreves a tener un mentor en alguno de estos temas y tienes la suficiente autoestima para aprender y emprender:
- Marketing de afiliados: 341 USD al mes.
- Youtubers: 943 USD al mes.
- Dropshippers: 213 USD al mes
- Networking marketers: 124 USD al mes
- Patreon: 100 USD al mes
- Amazon sellers: 1,000 USD al mes
Si estas actividades son como si te estuvieran hablando en chino, te entiendo perfecto. Yo también lo viví así hace años, pero me encanta saber, investigué, busqué a mentores en esas materias y hoy ya sé que son esas actividades. Ahora bien, sólo te compartí una lista de cinco actividades productivas de hoy en día, pero fuentes de ingreso adicional hay muchísimas más, ¡hasta pasear perros es opción! Tengo una paciente que se ofreció de niñera y la vida la llevó a vivir a Dubai porque una familia le pagó por irse a cuidar una niña allá, y la paga es que viva en un departamento allá. Además de cuidar a la niña da clases de inglés en ese departamento. Siempre hay manera. Para que las conozcas y elijas alguna fuente de ingresos adicionales, sólo es cuestión de algo que se escuchará delicado: que realmente tengas un deseo ardiente por solucionar tus problemas económicos, una necesidad imperiosa, que no te hayas habituado ya a vivir endeudado o hayas habituado a a alguien a que te resuelva tus problemas, remitentes. Para que la información que te he compartido hoy sea de un indescriptible valor para ti, no consiste en algo que yo haya escrito o te haya presentado, sin duda siendo un ingrediente esencial, pues mira, aquí estamos y ya llegaste hasta aquí en tu lectura (¡te felicito, no muchos lo logran!), lo que se necesita es que ya hayas llegado en tu vida a un punto de transformación, un punto al que he llamado desde hace muchos años en mis conferencias: ¡El punto de hartazgo total! Mientras estés harto, preocupado, angustiado, ansioso, pero todavía aguantes un poquito, nada de lo que has leído hoy aquí será de valor transformador para ti.
Y como diría Steve Jobs, hay algo más…
Paso extra: Permite a Dios que entre a tu vida a ayudarte.
¡Sí! Este paso pocos “expertos en finanzas personales” se atreven a aconsejarlo. Yo, como autor de un libro de finanzas personales, Inteligencia para el dinero, yo sí te lo digo, porque ¡existe! Permite que Dios entre a tu vida, te tome de la mano y te guíe a la solución. Haz oración. ¿Cuánta? ¿Hasta que Dios te oiga? No, hasta que tú oigas a Dios.
Muchas personas de esas como extremas con la religión, me dirían: “Doctor Ariza, este es el primer paso, papá Dios es lo primero, Él ante todo, bla, bla, bla”. No me burlo (por aquello de la nueva generación cristal hipersensible), más bien te digo enfáticamente: primero debes hacer un esfuerzo tú por ti y para ti, y así le abres la puerta a Dios para que te venga a ayudar con lo que tú solo no puedes lograr. ¿O acaso creías que rezando así, fuerte, fuerte, fuerte, tú sin hacer nada, sin investigar, sin dar por lo menos los primeros dos pasos que te enumeré hoy, ahí echado en tu cama deprimido, ansioso, con tu rosario en la mano, lograrías que bajara Dios a pagar mágicamente tus deudas y dejarte unos millones de más por lo que se te ofrezca? No mijo. Aquel famoso dicho dice así: “Ayúdate que yo te ayudaré”. O sea, vas primeras. Luego de que tu compromiso sea evidente ante los ojos del Señor… ¡agárrate! Porque así como nos dio capacidad para afrontar lo natural, hasta las tragedias naturales sucedidas por nuestro erróneo comportamiento, agárrate, porque cuando decides reformarte, cuando hay evidencia de tu arrepentimiento y emprendes tu primero la solución para tu vida y los tuyos, cuando tú das los primeros pasos… ¡abres la puerta para la entrada gloriosa de Dios a tu vida! Llega el que puede mediante lo sobrenatural, ¡claro! Es Dios. Son sus terrenos y habilidades, lo sobrenatural, y hará que recibas esa llamada que tanto estabas esperando y hasta te indicará contestarla de inmediato, para que a partir de esa llamada tu vida entera se transforme, hará que el negocio se cierre con mucho más ingresos de los esperados, te dará la idea de el mejor y más productivo emprendimiento de tu vida y te presentará a las personas idóneas para lograrlo, te dará el ánimo y la fuerza para atreverte a hacer, te harán una cantidad de pedidos como hace años que no sucedían, de un día para otro. Sí, querido lector, querida lectora, este tipo de cosas existen. Doy fe de ello con mi propia vida. Sólo hay que tener conciencia de esta economía espiritual (tema del que hablaré el próximo sábado 18 de junio a las 8 pm vía “Espacios de Twitter”, sígueme ahí para escuchar, la entrada será totalmente gratis esta vez, ya sabes, estoy obedeciendo al Patrón).
El reto que tenemos, y más aun cuando parece que vivimos problemas económicos es ¡levantar tu conciencia!, saber que el lugar en que tú estás, tierra santa es (Ex. 3, 5). Y qué mejor expresado que como afirma Eric Butterworth:
”Es importante recordar que no es verdaderamente por carencia de abundancia que tienes pobreza, sino porque te falta la conciencia de la realidad de la substancia divina, siempre presente, y la fe para manifestarla”.
Hasta que decidas enfocar tu mente y corazón en el fluir permanente de la gloria de Dios, te sincronizas para la predisposición divina del bien. Cosas asombrosas podrán ser reveladas, y se te revelarán. Unos les llamarán milagros, pero tu sabrás que es tu conexión con Dios. Practica la conciencia de la presencia de Dios. Haz un compromiso de estar consciente diario y a cada momento de Su presencia, omnipotente e infinita, de donde proviene todo, y así, naturalmente lo que pides llega a ti, fluye divinamente, es de donde proviene todo.
En fin, espero que este tiempo de inspiración donde mis palabras fluyeron y mis dedos se movieron con el teclado llenándome de alegría por sentir que cumplo misión, te ayude a solucionar tus problemas económicos y juntos, a pesar de lo que pase en nuestro país, conservemos y seamos fuente de una gran…
¡Emoción por existir!
–Alejandro.

Excelente Alejandro. Felicidades!!!!