
Consciente o inconscientemente, todos tenemos objetivos que lograr. Los más, lo hacen inconscientemente y por lo mismo no lo disfrutan plenamente. Pero si quieres gozar más de tu experiencia como humano, te conviene tener metas, verlas con claridad y aprender cómo lograrlas. Te diré algo fuerte: no basta con pensar positivamente. ¡¿Sabías que el 92% de las personas no logran cumplir sus propósitos de Año Nuevo?! ¿Por qué batallamos tanto para cumplir nuestras metas? ¿Por qué empezamos varios proyectos y sólo acabamos algunos, o si acaso uno o ninguno? ¿Por qué postergamos tanto en vez de aprender y crear? Hoy te compartiré respuestas a estas preguntas aderezadas de reflexiones. ¿Listo?
Claridad es poder.
Pues primero que nada, te volveré a repetir uno de los principios fundamentales de mi filosofía de vida: \”Claridad es poder\”. Si has asistido a mis conferencias, esto ya lo debes de saber. Si no, aquí ya lo tienes. No podemos dar en el blanco que no vemos y, aunque parezca mentira, es enorme la cantidad de personas que no tiene claro lo que quieren, y de esa manera hacen imposible su consecución. Vamos, tienen una somera idea, pero no hay claridad suficiente. Desde que publiqué mi libro, La fuerza del pensamiento, expliqué que mientras más específico sea lo que uno desea, más se abren las posibilidades de manifestar en nuestra realidad aquello que deseamos con tal claridad. De esa manera, sin más, dedica tiempo a pensar con detalle qué es lo que deseas. No es lo mismo querer y pensar en lo bien que te caería \”una lanita extra\”, a pensar en 181,000 pesos extras antes de que finalice el mes entrante mediante el trabajo que piensas hacer. Cantidad, tiempo y acción específicos en este ejemplo. Si te quedas con la idea de \”una lana\”, igual y te llega una cobija o una chamarra, de lana. Entonces, ya te dije, dedica tiempo, piensa, escribe tus deseos con gran especificidad.
El poder de la emoción.
Si algo te emociona te mueve, si te emociona vas por él, si no, no. Así de sencillo es entender este otro ingrediente fundamental para cumplir nuestras metas. Necesitas diseñar una meta emocionante. Necesitas medir qué tal lo estás haciendo a través de lo que sientes que sucede dentro de ti mientras imaginas tu propósito. No es lo mismo imaginar bajar de peso para entrar en el pantalón, y ya, a imaginar una poderosa sensación de salud y bienestar, una ligereza indescriptible en tu interior que, como magia, genera dentro tuyo una energía que te hace sentir que todo lo puedes, mientras vas viendo cómo tu abdomen disminuye de tamaño y tu ropa te queda tan maravillosamente bien que así te voltean a ver y en una de esas miradas, se engarza la tuya para descubrir así al amor de tu vida, ese que encontrarás en tus próximas vacaciones de verano. ¿Verdad que la emoción cambió a \”simplemente entrar en el pantalón\”? Por medio de tu emoción es que surge desde dentro de ti la poderosísima energía del entusiasmo. Imaginas un futuro tan atractivo que, sin sufrir, te atreves a hacer lo que sea necesario para su conquista. Detente a pensar y ahora también a sentir. Solo hasta que sientas emoción te atreverás a hacer apasionadamente. Perderás noción del tiempo. Tu actividad estará repleta de osadía, genialidad y magia. El hacer será casi un \”hacer sin hacer\”, sino sólo disfrutar el origen de todo disfrute verdadero: el proceso.
Luego, una vez que tienes claridad y emoción, para cumplir nuestras metas, para alcanzar nuestros propósitos, has de saber que se requieren de una estructuras mentales con sus propias estrategias. Casi a nadie se nos enseña acerca de cómo desarrollar estructuras mentales, un tipo de mentalidades para cumplir nuestras metas, y ese es el objetivo de mi columna de hoy para ti.
Existen tres estructuras mentales esenciales para cumplir nuestras metas:
- Mentalidad de crecimiento progresivo
- Mentalidad de metaconocimiento
- Mentalidad de líder de sí mismo
1. Mentalidad de crecimiento progresivo
Aquí se trata de desarrollar la profunda creencia, al grado de pacífica y motivante certeza, de que el verdadero crecimiento es algo que sucede mediante pequeños y progresivos pasos, más que gigantescas proezas a conquistar de la noche a la mañana.
Muchas veces quisiéramos que lo que queremos sucediera ¡ya! Quisiéramos ser millonarios de la noche a la mañana, bajar 30 kilos en dos días y medio, encontrar al amor de nuestra vida en el primer encuentro, terminar la larga y tediosa tarea en 15 minutos y que quede maravillosamente bien. La percepción del tiempo para lograr nuestras metas ha sido distorsionado por Hollywood. En una película de menos de dos horas puedes ver cómo una persona nace y hasta envejece logrando lo que casi nadie ha logrado, conquistando un amor de película –literalmente–, ganando una fortuna y convirtiéndose en dueño de varios edificios en cuestión de unos 25 minutos dentro de la trama. Ejemplos así, multiplicados por la ingente cantidad de series actuales en streaming, han afectado la lógica de tiempo de trabajo para el cumplimiento de nuestras metas. Todo lo que valga la pena, o mejor dicho, lo que valga el gozo, requerirá de tiempo. El añejamiento de un buen vino para que precisamente sea bueno. Una mujer, por más pasión que tenga por ser mamá, deberá esperar nueve meses. Por eso aquello de \”todo a su debido tiempo\”, o \”los tiempos de Dios son perfectos\”. De una u otra manera, se trata de entender y aceptar procesos verdaderos, no \”hollywoodenses\”.
Hace unos días fue mi cumpleaños y uno de los más hermosos regalos que recibí fue una cobija tamaño matrimonial que mi santa madre me tejió con sus manos y a gancho. A sus 86 años de edad, tardó más de 18 meses. Hace poco más de año parecía una proeza casi inalcanzable, pasaba y pasaba el tiempo y \”parecía\” que no avanzaba. Varias veces, pasando menos de 10 minutos, se quedaba dormida luego de unos cuantos puntos. Pero… ¡Dio \”unos cuantos\”! Algunos días le ganaba la flojera y no tejía, pero otros días sí. Unos días tejía por horas y otros días solo cinco minutos. Poco a poco nos iba sorprendiendo a todos. Se iba acumulando un tejido cada vez más grande a su lado. Siguieron pasando meses en donde, a veces, ya no quería terminar porque decía que ya era mucho. Descansaba y seguía \”otro poquito\”. Llegó a ser más grande que ella lo que se acumulaba de tejido. En mi pasado cumpleaños me entregó una gigantesca cobija, hermosísima, con todo su amor. Fue creada con amor y con el poder de la mentalidad del crecimiento progresivo. Nunca se trató de tejer algo tan grande de la noche a la mañana, como nos intentan convencer mediante el uso de una máquina o sencillamente yendo a comprar la cobija. Se trata de empezar con claridad y emoción, sabiendo que si seguimos, poco a poco, la meta la veremos felizmente cumplida.
La semana pasada llegó a mi oficina una copia de la más nueva reimpresión de mi libro Columnas de verdad, una con un nuevo diseño hermoso y que ahora solo se adquiere mediante la mejor, más conveniente y más grande librería del mundo: Amazon. La librería que tienes en tus manos, sí, ahí en tu celular, en todo momento a tu alcance. Me encerré solo en mi oficina para concentrarme y apreciar tan hermosa nueva producción. Mi mente empezó a volar en los recuerdos. A momentos se asomó una lágrima en mis ojos, tan solo de recordar que ese fue mi primer libro hecho a base de coleccionar mis columnas publicadas en Internet como exclusiva de aquel entonces, hace ya poco más de 24 años aproximadamente. Cuando volteé a ver mi librero, donde hay 14 libros de mi autoría, algunos de aproximadamente 200 páginas y otros de más de 600, me pregunté cómo ha sido posible. La lágrima que te dije que se me asomó fue cuando vi el título de mi primera, primerísima, columna publicada y con la que abro mi libro Columnas de verdad: \”Empezar\”. Perdón, pero me siento obligado a citarme a mi mismo, por lo que escribí en el Prólogo para aquella edición especial: \”¡Es hermoso darse cuenta del propio progreso mediante la sublime perspectiva que nos ofrece el recuerdo!\”. ¡Lo es! Todo fue cuestión de empezar y, poco a poco, el tecleo de una letra seguido de otra formó una palabra, varias de estas formaron frases, un conjunto de ellas, párrafos, varios de ellos, columnas enteras que ser convirtieron en capítulos de libros y casi 28 años después, se han \”juntado\” 14 libros. La claridad con la que escribí y la emoción de varias etapas por las que pasa un autor al publicar es indescriptible. Como todo, poco a poco, se cumplen metas.
2. Mentalidad de metaconocimiento
¿A qué me refiero con esto de \”metaconocimiento\”? Al conocimiento del conocimiento mismo, a saber qué sabes y qué no sabes. Por decirlo de otra manera, a darte cuenta de lo que sabes y de lo que no; no solo tu conocimiento, sino el conocimiento de la calidad y cantidad de tu conocimiento. En este ámbito desarrollamos la mentalidad estratégica de creación, todo lo que vas aprendiendo al ir resolviendo problemas a lo largo de la vida. Los \”cómos\” de los \”qués\”.
Posiblemente, ya has llegado a un punto en tu vida en que has descubierto que tienes un conocimiento que ninguna escuela o libro o maestro te dio, salvo tu atrevimiento, la sabiduría de tu experiencia. Así, cuando eres honesto contigo mismo, vas descubriendo de qué eres capaz y de qué no. De este metaconocimiento debes de tomar nota. Hay información de enorme valor para ti en ello, para cumplir tus metas.
3. Mentalidad de líder de sí mismo.
Debe llegar el momento de creer en ti mediante el desarrollo de la habilidad de definir y expresar con autoridad, confiando en tu propia voz interior y tomando decisiones con base en ella en tu día a día. Sí, a confiar en uno mismo es una mentalidad-habilidad que se va aprendiendo.
Desde que publiqué mi libro, Ser líder, expresé ahí los cinco ámbitos del liderazgo, siendo el primero y el más desafiante por cierto, el lograr ser líder de sí mismo. Uno darse órdenes y uno mismo obedecerse, uno mismo motivarse, uno mismo actuar por lo que nuestra voz interior nos dicta. Créeme en esto: hay una sabiduría en ti más grande de la que imaginas y, al parecer, tu único gran desafío es confiar en ella y actuar en inmediata consecuencia. Eso es algo que les ha caracterizado a los grandes líderes de todos los tiempos. Sencillamente, se atrevieron a hacer por confiar en su voz interior. Muchas veces, muchos otros, llegan a decir que ellos ya habían pensado en lo que Sócrates dijo, en lo que Da Vinci diseñó, en lo que Elon Musk creó, para llevarse la sorpresa que la única y gran diferencia fue que confiaron en sí mismos y actuaron antes que ellos.
Estructura de cumplimiento
Dicho lo anterior, conociendo las mentalidades necesarias, ahora toca analizar cómo fijar nuestras metas y cumplirlas. Para ello, te sugiero la estructura de cumplimiento a la que llamaré: PHaMI.
- Pacta
- Haz
- Muestra
- Impacta
Pacta.
Sí, se trata de que hagas un pacto contigo mismo, de que hagas un acuerdo contigo mismo que te obligue a cumplirte y es este: comprométete a dedicar tiempo específico y de calidad para cumplir tus metas. Así de sencillo, así de desafiante (solo al principio). Tu pacto es indisoluble de un inteligente manejo de tu calendario, de tu agenda. Tema amplio y comprometedor, desafiante para tu inteligencia, con todo respeto.
En mi más reciente libro, Segundo cerebro (digital), explico ampliamente la trascendencia de tener orden y disciplina en la creación de un proyecto mediante el inteligente uso de herramientas digitales; más específicamente se trata de una invitación a tomarte en serio usando con destreza las poderosas herramientas que hoy la vida digital pone a nuestras órdenes. Sí, leíste bien, es una invitación a que tú te tomes más en serio a ti mismo. Si recuerdas tu mentalidad de metaconocimiento, notarás que solo aquello a lo que le das importancia en tu vida le confieres tiempo.
”El tiempo es una medida de interés”. –Alejandro Ariza Z
Sabe esto: lo que no pones en tu calendario, no lo haces. Recuerda: si no desarrollas el hábito de revisar diario tu calendario, no sabrás qué te toca hacer y no lo harás. El calendario es una “herramienta de dos tiempos\”, uno para escribir tu pacto de acción y otra recordar tu compromiso y hacerlo. Tu pacto para dedicar tiempo al cumplimiento de tus metas debe ser humanamente flexible también. No se trata de que te amargues la existencia por el cabal cumplimiento de un compromiso. Se trata de que seas humano. Aquí unos ejemplos de lo que podrías pactar:
- Voy a escribir un artículo por semana con un mínimo de 2000 palabras
- Voy a ir al gimnasio cinco días por semana con sesiones concentradas en trabajo eficiente de 90 minutos cada una
- Voy a crear un diseño por semana
Disfruta el darte margen en el pacto, pero cerciórate de que sea un pacto. Esa es la magia creadora. Un error sería pactar:
- Estudiaré todos los días durante dos horas los tutoriales de \”Corel Draw\” comprando y entrando al curso en Udemy
Esto último, por pactarlo así, lo más posible es que no lo hagas. Pacta con conocimiento de ti mismo.
Haz.
Sencilla y poderosamente: haz, actúa. Lo peor, tu mayor error, es que no hagas nada.
ArizaTip: Recuerda que no hay \”pequeña contribución\” para el cumplimiento de tus metas. Sólo hay contribución o no la hay. Y toda contribución suma, cualquier contribución te acerca al cumplimiento de tus metas. ¿Recuerdas los \”unos cuantos puntos\” que tejió mi mamá en uno de los días en que se quedaba dormida a los 10 minutos de haber empezado a tejer? Unos cuantos puntos contribuyeron a que hoy exista una hermosísima cobija tamaño matrimonial hecha a mano, a gancho. Algunos otros ejemplos:
- Abre un libro y lee una página. Eso ya cuenta, ya contribuye al cumplimiento de tu meta de leer el libro. Hazlo diario.
- Ve un video tutorial. Esto es poderoso.
- Haz 10 sentadillas solamente, aunque no llegues a más. Ya cuentan.
- Toma notas (¡Y mejor si lo haces con el conocimiento de cómo construir tu segundo cerebro digital!). Tomar notas cuenta mucho, por pocas que tomes.
Un error en creer que haces sería, por ejemplo, ver Netflix echado en tu sillón (salvo que lo hagas para ver un documental o por investigación de algún tema).
Muestra.
Crea, publica y comparte contenido de tu autoría como consecuencia de lo que has aprendido. ¡Este es el combustible para un líder! Los primeros resultados, las primeras creaciones, son motivación pura para quien desea cumplir metas mayores.
ArizaTip: Muestra a través de la manera en la que te sientas más cómodo. Ejemplos:
- Escribe un artículo para tu blog
- Crea un video
- Graba un podcast
- Teje la chambrita
Error al creer que muestras: escribir un tuit aislado o publicar una \”story\” en IG muy de vez en cuando. Una frase o un video de 30 segundos ocasional puede ser consecuencia de lo que has aprendido, pero nunca será una muestra de gran valor, de calidad para los demás.
Impacta.
Trabaja para una meta a largo plazo, de mayor envergadura, procura un proyecto de gran impacto.
Para lograr algo así, debes encontrar algo que te motive, eso es lo que te sostendrá en el tiempo, algo que sea \”lo tuyo, lo tuyo, lo tuyo\”. ¿Cómo saberlo? Escuchando a tu alma. Ella siempre te hablará con alegre resonancia. Ejemplos hay muchos:
- Escribe un libro
- Publica una serie de ensayos extensos
- Publica una canción de tu autoría, incluso si se puede con la producción de un video
- Imagínate en la final de una competencia o participando como atelta en algunas olimpiadas
Error sería creer en impactar así mediante la preparación de una comida sencilla en una única ocasión. Por dramatizar la explicación, algo que sería infinitamente diferente a que te convirtieras en un chef zeppelin cinco estrellas.
Pues bien, dicho todo lo anterior, podrías ver cómo encajan las estructuras de cumplimiento con las mentalidades. En la mentalidad de crecimiento progresivo se empieza a suceder que pactes y hagas. En el metaconocimiento hay información valiosa por hacer y mostrar. En la mentalidad de ser líder de sí mismo hay motivación por mostrar e impactar.
De verdad espero que hayas disfrutado de esta columna especial tanto como para mí fue escribírtela como una capacitación salpicada de motivación e inspiración. Yo fui feliz haciendo aquí lo que precisamente te enseño aquí. Cumplir metas, la gozosa sensación del deber cumplido, es otra poderosa fuente de una gran…
¡Emoción por existir!
–Alejandro Ariza Z.