De lo que me llego a enterar.

Si hay algo que siempre me ha sorprendido y agradado sobre manera es de lo que me llego a enterar por mi trabajo, tanto como terapeuta como conferenciante. Con toda modestia, un privilegio de información que me ha ayudado a entender mucho más cómo funcionan las cosas en realidad; y reconozco que, desde siempre, incluso desde niño, Dios me dio un don para inspirar confianza de inmediato hasta con desconocidos y ellos así empezar a platicarme lo que no le habían dicho a nadie. Reconozco y agradezco tanto esta bendición que es inspirar a alguien para que, al fin, se atreva a hablar sin sentirse juzgado en ningún momento. Con este don te conviertes en una sensación purificadora para muchos. Amo que se me haya otorgado este don.

Ahora mismo me encuentro llegando al aeropuerto de Aguascalientes, otra vez viajando expandiendo mis mensajes, como siempre ha caracterizado a mi vida, pero en esta ocasión, en algún momento de mi viaje pude conversar con un líder encargado de acarrear gente para el partido político que le solicite sus servicios. ¡No salgo de la impresión! Aunque es extremadamente sabido por las mayorías que una de las estrategias más antiguas de la “democracia” es la compra de votos mediante acarreados, comprando gente y logrando una imagen de “prueba social” de aglutinamiento de masas en algún evento político, nada nuevo para muchos, escuchar el lujo del detalle de la operación, es sorprendente. En este viaje, este líder de uno de los grupos más grandes, simpatizó conmigo y empezó a platicarme cómo lo hace, cómo él y sus vastos grupos se van al partido que más dinero les ofrezca -nótese aquí que no es algo de trabajar para un partido, trabajan para el mejor postor-, las cantidades mega impresionantes para movilizar camiones y pagarles hoteles y comida a miles de personas, cómo lo obtiene, cómo se los pagan, cómo lo reparte, cantidades para un mitin político de dos días de duración, saber el detalle de las operaciones es en extremo impresionante. Palabras de esta persona: \”[sic.]…, pues sí, es una mierda el gobierno, es triste cómo funcionan las cosas, pero, así es y hay que aprovechar”. El más puro estilo maquiavélico, el fin justifica los medios.

El momento de mi vida al que he llegado, ya no tengo un interés en calificar un hecho así moralmente, como algo malo o bueno…, más bien simplemente observo sin valorar. Y hoy, aquí sentado en el aeropuerto, cavilando mientras escribo estas líneas para ti, disfrutando tanto de mi escritura en todo momento, tan solo te puedo decir que si tú tienes la oportunidad de trabajar en algo donde la corrupción no exista así, aunque no ganes dinero fácil, aunque no te hagas millonario de la noche a la mañana, te quiero garantizar algo: al final de la historia, de verdad, es algo mucho mejor para tu alma. Quizá tengas carencias, quizá no te alcance el dinero, quizá te caería de maravilla un súbito dinero fácil y regalado, pero energéticamente hermano, las consecuencias son aterradoras. Un nivel de conciencia a este nivel, uno desde el cual se alcanzan a ver las consecuencias a nivel energético, está, lógicamente, vedado para aquellos que lo hacen, por puro nivel de conciencia. Pero aunque uno no se de cuenta, no queda exonerado por una ley energética. Podría disertar páginas y páginas de este tema, es apasionante, pero por ahora solo es una reflexión aislada. Si eres un hombre o una mujer de bien, quizá no logres enriquecerte en extremo, pero te garantizo que vivirás con más paz y armonía que la que da el dinero, incluso si éste te falta hasta en grandes cantidades. Existen formas honestas de ganar dinero, mucho más lentas y en menos cantidad, pero que trabajando legalmente, siempre terminará alcanzándote.

¿Sabes? Es que no se trata de la forma en que ganas el dinero, sino de en quién te conviertes por la forma en que eliges ganarlo. No es cuestión del dinero que ganas, es el tipo y la clase de persona en quien te conviertes por la forma en que decides ganar dinero. No es cuestión de la cantidad de dinero, es la calidad de ser en que te conviertes y así, el tipo de personas, circunstancias y cosas que atraes por convertirte en quien eres. Lo que atraerás a tu vida por crear tu ser será la mayor y más verdadera riqueza o de las más grandes pobrezas aún llenando tus arcas de dinero.

Aquí quiero ser enfático en que no estoy sugiriendo que ser pobre es una virtud. ¡No lo es en absoluto! Soy un promotor de la riqueza y consciente de cómo Dios tiene un especial interés en que cada uno de nosotos, sus hijos, vivamos inmersos en Su prosperidad y gracia. Lo que hoy se me antojó comentar es… la forma. Existen formas un poco más dignas, nobles y honorables de generar riqueza, aunque esta se tardase en llegar, materialmente hablando. Pero te garantizo que la riqueza espiritual y emocional, llegan mucho más pronto y abren la puerta a la riqueza material, aunque llegara, para tus prisas, un poco tarde. Hermano, hermana… ten orgullo, gran orgullo, de saber que estás haciendo lo correcto. Y eso, tú lo sabes muy bien. Saber que uno está haciendo lo correcto -y uno siempre lo sabe, ¡siempre!- te conecta con una paz interior que te permite caminar con la frente en alto. No te vayas a confundir con lo que te comento y compres la creencia de que es mejor: “pobre, pero honrado”, cuando te garantizo que puedes vivir con una Nueva Conciencia donde el paradigma es: “rico, pero honrado”. Sé feliz de lo que haz hecho contigo, de cómo has construido tu ser. Siéntete orgulloso, alegre y en paz si sabes que haces lo correcto. Eso ya es una enorme riqueza.

Cavilaciones antes de abordar y surcar los cielos otra vez.

¡Vivo con entusiasmo!

-Alejandro Ariza Z.