Mucha gente cree que existen resultados “de generación espontánea” y yo no conozco ninguno. La gente se ve atraída por el resultado final de algo, por el cuerpo escultural, por el traje de éxito caminando por la alfombra roja, por el aplauso y la fama, por la imagen de excelencia, por auto flamante, por el premio académico, etc. Todo ello… resultados de un proceso, ¡pero nadie ve el proceso! Y sí, efectivamente lo que vemos es un cuerpo escultural, pero casi nadie tiene acceso a ver a la persona dentro del gimnasio empapado en sudor y con calambres en algunos músculos por fatiga y poniendo un gesto de “…ya no puedo ni una abdominal más, ya hice 200”. De hecho, ver a alguien así, no sería “glamoroso”. La gente naturalmente esconde el proceso mostrando solo el resultado, porque el atractivo es el resultado, pero si no conoces el proceso, el resultado es un espejismo.
Creo que todos queremos prosperar en la vida, esa quizá no sea ni motivo de duda. La verdadera gran pregunta sería: ¿Estamos dispuestos a pagar el precio por hacer lo correcto? ¿Estamos dispuestos a realizar el proceso para lograr el atractivo resultado? Responder a estas preguntas, no siermpe es fácil, y más porque es fácil responder un casi automático “sí”, cuando ese “sí” es más bien sí al resultado, pero no al proceso. Confundimos la pregunta. Es como decir: ¿Quieres dinero? o ¿quieres trabajar? Es fácil responder afirmativamente a la primera pregunta, cuando precisamente por ello deberíamos responder afirmativamente más velozmente a la segunda.
Hoy por la mañana leí un concepto que me gustó: “La integridad y la prosperidad son dos caras de la misma moneda, no se puede tener el uno sin el otro”. Y precisamente ese es el “proceso que lleva al resultado”. No existe reacción sin acción. No existe efecto sin causa. No existen resultados de generación espontánea. Si admiras un resultado, tanto como deseándolo para ti, sin preguntarte cómo se llegó a él, vives lo que le llamo: el espejismo del resultado. Si deseamos el resultado, necesitamos saber qué se necesitó realizar para generarlo y emprender la acción… ¡esa que no se ve! Tu problema es que no la ves.
Yo, por mi parte, soy un fanático de preguntarle a las personas que admiro acerca de sus acciones, esas que le generaron el resultado que les admiro. Varios saben que me encanta el teatro musical, y lo que más me encantaba de mis amigos del medio, era cuando me contaban de sus ensayos. ¡Los escuchaba con tantísima atención! Recuerdo como si fuera ayer cómo casi se me exorbitaban mis ojos al escuchar lo que hacían en sus ensayos. ¡Ah, cuánta admiración me merecían cuando varios de los artistas que admiro, amigos míos, llegaban a mi casa a platicar, con el cabello francamente sucio todavía por el sudor que generaron y vestidos medio de fachas, de pants, cansados aventando su mochila a un pasillo de mi casa, recién saliendo de todo un día de ensayos y pasaban a saludarme! ¡Con cuánta admiración y respeto veía a mis amigos llegar así a saludarme a mi casa! Meses más adelante cuando los veía brillar fulgurantemetne en el escenario con miles de personas aplaudiéndoles, yo pensaba: “…hum… yo sé cómo llegó ahí, me hace tanta lógica ese brillo y ese aplauso -pensaba-, ese aplauso es más para los meses y meses de ensayo que para el “performance” de esta noche”. Siempre pensé así. De hecho, cuando hace muchas decenas de años veía un poco de televisión, de los programas que más me gustaban eran de eso de “detras de las cámaras”. Siempre me pareció fascinante no una película, sino cómo se hacía. Muchas veces, mucho más impresionante que la película misma.
Cuando alguien tiene un libro en sus manos… de verdad muchos no saben todo el trabajo que se realizó para que existiera el libro así como tal. Algunos ven el espejismo del resultado, sólo el libro, y otros pocos, poquísimos, pueden suponer las horas y horas, los días, semanas, meses y años que pueden pasar para crear un texto congruente, bien hilado, interesante, inspirador, con miles de horas de investigación, profunda reflexión y aislamiento. Todo eso aunado al trabajo de una editorial y al trabajo de otros cientos de personas para que un libro llegue al punto de venta. Casi nadie conoce la vida íntima de un escritor. No se ve, no se publica. Y precisamente eso que no se ve, eso que no se publica, el proceso, las acciones, son las que tú sólo, tu sóla, tienes que ir e investigar.
Súbitamente en la mañana sales de tu casa y ves un anuncio espectacular promoviendo algún producto o servicio. Lo ves. Te enteras. Y te sigues de largo. Pero pocos se preguntan quién lo habrá puesto ahí, qué riesgo fue para quien lo puso el hacerlo, a qué hora lo puso, cuánto tiempo pasó colocándolo, cuánto costó el permiso y las licencia para que apareciera ese espectacular, qué negociación se tuvo que realizar con el delegado para poderlo colocar. Todo eso que no se publica, fue lo esencial para que lo vieras. Pero tú solo ves el resultado, sin pensar en lo esencial. Ese es el espedjismo de un resultado.
Te invito a que investigues, todo lo que sea necesario investigar, para que sepas las acciones que se requirieron para que apareciera ese resultado que tan atractivo te es. No te le quedes viendo sólo al resultado, luego de una columna como ésta sería ya tonto quedarte sólo en esa superficie. Si algo te gustó, precisamente de lo que se ve en la superficie, investiga todo lo que se realizó en lo profundo, en lo que hay detrás.
La respuesta que buscas no está a simple vista.
¡Emoción por existir!
-Alejandro ArizA.
LO QUE USTED AFIRMA Y AFIRMA BIEN DR , ES QUE ESTAMOS EN PILOTO AUTOMÁTICO Y SOLO VEMOS EL RESULTADO DEL HORNEADO DEL PAN Y NO GOZAMOS MIENTRAS SE PREPARA DICHO PAN , COMO SIEMPRE ADMIRO SUS VALIOSOS COMENTARIOS PORQUE ADEMÁS LLENAN MI CORAZÓN DE REFLEXIÓN , LE MANDO UN FUERTE ABRAZO , GRACIAS A DIOS ES VIERNES !
Buenas tardes dr. Ariza, quiero comentarle que hace tiempo escuche a una amistad, decir q todo aquel q llega a ocupar un puesto publico, le anteponen el licenciado o licenciada, o hasta ingeniero, según el caso, resulta q la mayoría llega a esos puestos por ser amistad o parte del grupo político del delegado o diputado, y que en cuestión de estudios, no realizaron en ocasiones ni el bachillerato; esta amistad, se quejaba con justa razón ya que, el hacer una licenciatura o una ingeniería, requiere de pasar por un proceso tan complicado como, malpasadas, desveladas, inconformidades, preocupaciones, desilusiones, un sin fin de carencias y sobre todo económicas, por lo, aunque el resultado sea q la gente te llame licenciado, el proceso de cursar por una universidad es otra cosa…. dr. Ariza reciba un fuerte abrazo y una felicitación es usted una gran ser…. mil gracias por existir….
Saludos Roberto