El transformador entendimiento del espejo.

Contenido exclusivo para \”Lector VIP\”.

Primero que nada, me gustaría dramatizar que esto se trata de una \”ley\”. No es una teoría, no es una hipótesis, no es una corriente de pensamiento. No, es una ley. Siempre sucede así. Dicho lo anterior, compartiré las cuatro leyes del espejo:

1. La ley del reflejo de mi molestia
2. La ley del tino del reflejo del otro en mí
3. La ley del reflejo del otro sin mi molestia
4. La ley de mi reflejo virtuoso

1. La ley del reflejo de mi molestia.

Esta ley dice: \”Todo lo que me molesta, irrita, enoja y quiero cambiar de la otra persona, lo tengo dentro de mí\”.

Hay cosas dentro de nosotros mismos, características de nuestra personalidad, rasgos de nuestra conducta, que claramente nos molestan hasta a nosotros mismos. Sin embargo, nuestro ego (treta de nuestra mente) no nos permite aceptarlo. Nuestro ego siempre nos quiere hacer creer que somos cuasi perfectos. Nuestro ego no acepta aquello que nos molesta de nosotros mismos percibiéndolo como un error, algo necesario de trabajar para corregirlo. Sin embargo, nuestro corazón (nuestra alma) sí lo siente claramente como un error y sabe perfecto que necesitamos corregirlo. Nuestro corazón lo sabe perfectamente, porque lo siente.

La confusión radica, como siempre, entre mente y corazón. Nuestra mente (ego) cree que no hay que corregir nada, que estamos básicamente bien dadas las circunstancias y por los hechos; mientras que nuestro corazón (nuestra alma) siente claramente que algo está mal. Esta confusión hace que no aceptemos nuestro error así, como nuestro. Y la confusión tiene cierto sentido porque el modelo educativo al que hemos estado expuestos la mayoría nos ha entrenado a percibir más fácilmente lo que parece que entiendo, que es lo que siento. La percepción a través del sentimiento no es el entrenamiento promedio para el común de los mortales. Así, le conferimos más peso a lo que nos dicta nuestra mente que a lo que nos dice el corazón. Pero aún así, el corazón no deja de lanzarnos un \”sentimiento especial de rechazo\” sobre nuestro proceder, entonces, entra en acción nuestra mente y toma ese rechazo y ¡lo proyecta sobre otro! Si vemos en el otro aquello que nos molesta (de nosotros mismos) va a ser mucho más fácil para nosotros el molestarnos, criticar, juzgar, e intentar corregir. Ya se trata de \”el otro\”. En psicología esto se conoce como el mecanismo de defensa de la proyección. Por eso, en esta primera ley del espejo, todo aquello que nos molesta de los demás es una información en extremo valiosa acerca de nosotros mismos.A partir de hoy, cuando te molestes con otra persona, te invito a que te detengas a pensar un rato: ¿Qué hay en eso que percibo del otro y me molesta y que realmente se trata de algo que yo llevo dentro de mí?

Quizá, por citar un ejemplo, en esos momentos en donde te molesta la holgazanería de uno de tus hijos, y te lanzas sobre él con una perorata para corregirlo, hacerle ver su error, y motivarlo a cambiar, pero…, quizá, y sólo quizá (de altísima probabilidad), se trate de tu propia flojera y abulia, esa que sientes y sabes que tú tienes en tu vida pero que no aceptas tener.

Cada vez que te molesta la manera de comportarse de alguien, quizá es un comportamiento que tú desearías tener pero no te lo permites, y verlo en otro te confronta con el enorme dolor de la represión qué has llevado a lo largo de tu vida. Esos momentos en donde \”tanta libertad del otro\” te ofende, pero hoy debes entender que quizá te ofenda por qué te hace ver que tú no la tienes, y la anhelas.

Descubrir la ley del reflejo de mi molestia es un primer gran paso para mejorar uno mismo.

2. La ley del tino del reflejo del otro en mí.

Esta ley dice: \”Todo lo que el otro me critica, combate o juzga, si me molesta o hiere, está reprimido en mí y me toca trabajarlo\”.

Ahora, si cambiamos los papeles y el otro me critica, me juzga, me ofende, intenta modificar mi conducta, la clave para auto responsabilizarnos es analizar si sus comentarios \”dan en el blanco\”, es decir, si atina en su percepción y coincide con la realidad. Esto requiere una enorme humildad de nuestra parte y el dominio de el arte de saber escuchar.Cada vez que tenemos la oportunidad de escuchar a otra persona, corremos el riesgo de que sus palabras atraviesan un filtro, el de nuestras emociones. Y muchas veces estas no nos permiten escuchar con atención porque estamos más preocupados en responder que en escuchar para entender. Si desarrollas voluntariamente el sincero deseo de mejorar como persona, este deseo lleva implícito otro: escuchar con profunda atención y sin carga emocional. En esos momentos, en vez de sufrir \”el navajazo\” de los comentarios del otro sobre ti, transformas sus palabras en valiosas lecciones para aprender a ser mejor.

Si alguien te hace un sutil comentario (y muchas veces no tan sutil -ya dependerá de quién te esté hablando-), en donde te comunique: \”Parece que estás enbarnesiendo, creo que estás engordando, te ves más gorda, has subido mucho de peso, etc…\”. Tienes que confrontar esos comentarios con la realidad del volumen que ocupas en el espacio y del peso que marca la báscula esa mañana. En una persona harto común, esos comentarios despertarán ira y el natural reflejo de contratacar, de defenderte. En una persona que ha decidido evolucionar, esos comentarios lo detendrían para pensar un rato al respecto. Imagina a alguien así de evolucionado. ¿Sabes qué podría responder o comentar? Diría: \”Sí\”. Y ya. Se acabó el tema y el otro cae desarmado. Cuando no hay nada que defender no hay motivo de lucha. Ahí más bien puede, inteligentemente, la persona interpretar una señal de destino y una invitación a mejorar su salud.

Ahora bien, por otro lado, si los comentarios del otro criticándome no me molestan, se sucede la tercera ley…

3. La ley del reflejo del otro sin mi molestia.

Esta ley dice: \”Todo lo que el otro me critica, juzga o quiere cambiar de mí, pero sin lograr que me afecte, es su carencia proyectada en mí\”.

Cuando los comentarios críticos del otro no te molestan, no dan en el blanco, de inmediato tienes que entender que ahora sí se trata del otro, de la primera ley, ahora tú observándola en el otro. Así de sencillo es esta. Y mira qué información tan valiosa es detenerte a sentir con honestidad si hay molestia en ti o no luego de los juicios que otros hacen sobre ti. ¡Es descubrir el transformador entendimiento del espejo!

Aquí, si descubres que se trata de una carencia de \”el otro\”, lo más conveniente es callar y dejar pasar. No hay motivo de lucha, sería absurdo. Se trata meramente de hacer lo que hace un espejo, sólo reflejar. ¡¿Cuándo has visto que un espejo se encolerice por el reflejo de la gordura o de la embriaguez o de la resaca o de… muchas otras cosas negativas del ser manifestadas en el cuerpo?! El espejo se mantiene inmutable. Así deberías de mantenerte tú. ¡No está hablando de ti esa persona aunque así parezca! Si no te molesta, si no atina al blanco, mantente como un espejo, inmutable, porque, de hecho, lo estás siendo.

4. La ley de mi reflejo virtuoso.

Esta ley dice: \”Todo lo que me gusta del otro, lo que amo en él, también está dentro de mí, estoy reconociendo mis mejores cualidades en esa persona\”.

También podemos usar a los demás como espejo de nuestras virtudes. De hecho, muchas veces sucede así.

Cuando alguien te gusta, cuando le encuentras muchas virtudes, lo más posible es que sean las tuyas, reflejadas. Por ello te entiendes tanto con esa persona. Es un mito aquel dicho que dice que hay que encontrar alguien diferente a nosotros para complementarse, que no serviría de nada enamorarse de uno mismo en otra persona. Yo difiero totalmente. De hecho, a la luz de la verdad, más te vale entablar una relación con quien tiene tus mismos principios y valores, con quien aspira hacia lo mismo, con quien siente lo mismo. Te ahorrarás un enorme cantidad de desavenencias, y ambos avanzarán a pasos agigantados.Aprovecha esta cuarta ley del espejo, el transformador entendimiento del espejo, para conocerte más a ti. Tanto la primera ley como la cuarta se trata del mismo fenómeno, pero una apreciando el reflejo de tu sombra y otra apreciando el reflejo de tu luz. El espejo nos ayuda a conocernos mejor. Por eso la convivencia con los demás nos ayuda a conocernos mejor. Todos los demás son espejos.

Hoy has aprendido algo de enorme valor si te detienes a analizarlo y aplicar el conocimiento de inmediato. Verás que es transformador. Sentirás claramente el transformador entendimiento del espejo. Y ese entender es fuente de una gran y liberadora…

¡Emoción por existir!

-Alejandro Ariza Z.

PD.: Si realmente te gustó esta columna, recomienda a tus familiares y amigos a que se suscriban a \”Lector VIP\” del blog de Alejandro Ariza. Juntos estaremos ayudando mucha gente. Ayudaremos a entender para vivir mejor.

★