El tremendo poder

Cuanta fuerza existe en un ser humano que SE SABE querido y admirado por alguien! Cuánta fuerza! De hecho, ese es uno de mis ingredientes secretos para la gran y arremolinadora fuerza que suelo tener en alguna de mis conferencias. Y es exactamente la misma fuerza de la que todos los humanos podemos disponer!!! Ese tremendo poder tiene un nombre: Amistad.

Vengo saliendo de un evento donde súbitamente y sin avisar me pidieron dar unas palabras. La fuerza con la que hablé sé que surgió del espíritu de equipo sustentado en la amistad, ese tremendo poder de sentirse querido y admirado como todos los humanos tenemos oportunidad! Todos! Todos. Tú, yo, cualquiera, tiene alguien que te conferirá ese poder. La capacidad de actuar por sentirse querido y admirado de verdad.

Y saliendo de ese evento, ahora vengo a comer exquisito con un amigo que encontré desde un mensajito navideño, ya sabes, de esos que te salen enviar en épocas recientemente pasadas, y mismo mensajito que hoy dio paso a que desde Puebla me venga a ver y platicar en esta comida. Desde allá viene a eso. Qué hermoso sentir este detalle que remonta en magnitud cuando te detienes a pensar lo que implica. El tremendo poder de la amistad. Ese nexo sociológico tan antiguo como la sociedad humana misma pero con una actualidad que le confiere a tu tiempo presente tanta fuerza para continuar y continuar.

Debo seguir aprendiendo a cultivar amigos. No he sido experto en este arte, pero ahí la llevo. He notado que al final, es lo que nos puede sostener e inyectar fuerza. La amistad, el pináculo del ejercicio de los valores y virtudes en el arte de las relaciones humanas.