Momentos.

Hay momentos, solo momentos, donde te sientes parte de todo. Estas conectado. El vuelo de una mariposa tiene sentido para ti. La música es una clara plataforma de inspiración. Los animales son claros acompañantes de experiencia de vida. El talento lo ves por todos lados. La ayuda mutua te es evidente y la notas en todo momento y circunstancia. Toda persona es bella. Todo mundo parece interesante y bueno. Estos son el tipo de momentos que creo valen la pena experimentar. Incluso valen la pena todos los otros momentos de evolución necesarios para llegar a éstos, los de “conecte”. Nada es amenazante aquí. El miedo no existe en absoluto, descubres que es argucia de estados de conciencia primitivos. Vale la pena hacer lo que se tenga que hacer para evolucionar y descubrir. Se alcanza a ver el orden perfecto. Se llora con facilidad de pura felicidad. Se explota de alegría en el interior mientras más silencio hay en el exterior. Suceden tremendas ganas de dar. Se goza intensamente todo. Una taza de café es jolgorio. Una mirada es el océano entero. No se quiere salir de momentos así. Y si este es el estado posterior a la muerte, como supongo, hasta el miedo a morir de desvanece y se transforma en emoción. No necesitas de nada ni de nadie. Estás completo todo el tiempo. Momentos.