Me encanta cada vez que me pierdo en el tiempo cuando realizo una actividad que me cautiva, como crear. A lo largo de mi vida he podido crear libros, páginas web, eventos, blogs, presentaciones, discursos, etc. Y noto claramente cómo en esos momentos solo sé cuando empiezo, pero nunca qué hora es cuando acabo alguno de los pasos de esa creatividad. Puedo empezar algo a las 8 am y “de repente” ser ya las 11 pm y sigo sentado en el mismo lugar sin moverme más que escribiendo o pensando o diseñando. Cuando lo analizo “desde afuera”, se me hace increíble, pero cuando estoy tan dentro, se me evidencia tan factible. De verdad que el tiempo parece cobrar sentido solo mediante la conciencia de él. Bueno, viéndolo así, como todo.
Por ello a muchas personas se les puede pasar el tiempo con una sensacion de eternidad, cuando la persona está siendo lo que verdaderamente no es, cuando la persoa está haciendo lo que no le gusta, cuando la persona está donde le desagrada, cuando la persona no tiene lo que desea. En cambio, cuando alguien está siendo quien verdaderamente vino a ser, hace lo que le gusta y le corresponde a su ser, está donde le agrada por fluir ahí más puramente con su ser, y tiene lo que necesita como consecuencia… ahí se pierde total noción del tiempo. ¡No te pierdas experiencias como esta!
No tienes que estar así todo el tiempo, de hecho es imposible. Pero sí te recomiedo ampliamente que tengas muchos momentos así. Yo creo que todos estamos llamados a vivir experiencias “atemporales” como estas. Ahí donde el ser y el hacer son uno mismo, ahí donde el estar es en el haciendo. Ahí donde tener es consecuencia y no objetivo. Y no, insisto, esto no es privilegio de algunos cuantos, es oportunidad de todos. Lo único es que pocos se atreven a reclamar su ser. Quizá se trate de eso.
Existe un encanto en el silencio que favorece esta experiencia fuera del tiempo, por lo menos para los creativos donde el silencio es herramienta valiosa, ya que existen otras creaciones donde se implica sonido. En mi caso, el silencio es como alimento, uno comido poco a poco, ya que mi silencio se acompasa con el clic de las teclas de mi computadora mientras plasmo mis ideas, por poner un ejemplo, luego silencios más amplios mientras pienso, para volver a escribir. ¡Ah! ¡Cómo me encantan estos momentos de escritura. De verdad que son terapia. Y pues bien, mientras, en la breve reflexión de hoy, tan solo te invito a “medir” la percepción de tu tiempo. ¿Qué tal lo sientes? ¿Muy presente o imperceptible? Porque en tu respuesta puede haber una gran señal de verdadera misión. Y no, tampoco pienses de que se trata de saber quién está bien y quién está mal, más bien se trata de descubrir quién está en lo suyo y quién no, y con ello, quién está fluyendo con su lógica y consecuente felicidad, y quién está en la frustrante búsqueda de la misma todo el tiempo.
Pasan los días, pasan los ejemplos, pasan las personas que conozco y sigo descubriedo que muchas de las “virtudes” que buscamos, no son algo que realmente deban buscarse, sino más bien deben ser algo que debemos permitir que se sucedan. Y ese permitir implica el atreverse a reclamar los gustos más autenticos de nuestro ser. Ese atrevimiento para el que casi nadie nos entrenó. El modelo educativo no nos lo enseñó como privilegio del hombre, de hecho, lo que se nos enseñó es a obedecer lo que conviene a un sistema, más que lo que deleita a nuestro corazón. Y qué impresión atestiguar con el paso de los años que lo que más necesita nuestro mundo no son personas capaces para entrar a un sistema, sino personas felices por ser quienes son y así aportar su felicidad a un mundo necesitado de ella. Lo que tú y yo podemos dar como nuestra mayor y más valiosa aportación al mundo es precisamente aquello en lo que perdemos nocion del tiempo. Quizá haciendo eso es que no nos angustie tanto la conciencia del tiempo y nuestra vigencia. Chispazos de inmortalidad. Chispazos de atemporalidad.
Cavilaciones de un domingo por la noche en la que me atrapo pasada la media noche, luego de haber creado desde las 8 am del día anterior. ¡Me encanta! Querido lector, valoro mucho que me acompañes en líneas como estas. Me encanta tamibién que disfrutes de tu lectura y que yo sea una opción para ello. Recibe un abrazo.
Que buena entrada, me senti identificado 😀