Si tienes un enorme deseo de aprender, pero demasiado, y sientes que nadie te enseña… ¡entonces ve tú sólo y apréndelo! Esta es la definición más acertada que te podría dar acerca de la más poderosa estrategia para emprender: ser autodidacta. Cuando te atreves a investigar por tu cuenta, cuando te atreves a leer lo que sea necesario de todas las fuentes de información que tú mismo busques y encuentres, ahí descubrirás un enorme poder para emprender. Ser autodidacta te hace sentir que tú mismo estás descubriendo el mundo y así, te dan más ganas de comértelo.
Sé que existen muy variadas formas de triunfar en la vida, tantas como personas y sus aptitudes personales. Sin embargo, cuando analizo mi propia vida, lo que alcanzo a ver de mi pasado los momentos que más emoción y poder sentí por emprender, fue cuando me atreví a investigar por mi cuenta algo y ese algo no me dejaba ni dormir de la pasión que cada vez más me iba despertando el saber. Conocer por cuenta propia tiene un atractivo singular. Empodera.
Brevemente te compartiré lo que alcanzo a ver de mi experiencia -y también luego de investigar el éxito de muchos otros- como emprendedor a través de esta poderosa estrategia que ha resultado el ser autodidacta.
- Existe un enorme deseo de superación personal
- Se sabe que la información está ahí, disponible por escrito mayoritariamente
- Existe hoy la maravilla del Internet
- Surge pasión por aplicar lo aprendido
- Hay gran deleite por el resultado
Si algo he afirmado en todas mis conferencias como piedra angular de la generación de resultados es: El Deseo. ¡Todo empieza ahí! Absolutamente todo. Sólo de este primer punto he diseñado casi una hora de conferencia, y éste no es el momento de profundizar en tema tan intenso, pero sí menester acotarlo. Si existe en ti un enorme deseo de superación personal, entonces, y sólo entonces, te atreverás a hacer lo que sea necesario para lograr un resultado, y precisamente dentro de ese “hacer lo que sea necesario” está el ir por ti mismo a investigar cómo lograr lo que deseas.
Todos sabemos, de una u otra forma, que la información está ahí, en los libros, revistas especializadas y páginas de Internet. Sólo hay que pagar el precio -para muchos carísimo- de leer y leer y leer. Sobre todo porque una fuente de información te lleva a otra y esa a otra y a otra. Cuando tu deseo es enorme, lees todas las que sean posibles, y con tal avidez, que algo que caracteriza al ser autodidacta es usar hasta altas horas de la noche en su lectura de investigación. Horas de la noche que no mucha gente está dispuesta a cambiarlas por su plácido sueño. Los resultados de uno y otro tarde o temprano son evidentes.
Durante mi adolescencia leí mucho, muchísimo -de hecho sigo leyendo así- pero porque no había Internet entonces. ¡Hoy se puede leer más! Y hasta aprender ¡viendo videos! Ya hubiera querido yo que alguien me enseñara viendo a un experto gratuitamente en YouTube. ¡Dios! Por eso, las personas que hoy en día de verdad tengan un enorme deseo de superación personal, hoy hay cantidades indescriptiblemente enormes de información disponibles al alcance de un solo clic! Bueno, imagínate, tal cual la evidencia sobre la que estamos tú y yo ahora aquí en mi blog. ¡Felicidades! Enhorabuena.
Una vez que adquieres tanta información valuada en tu propio esfuerzo por adquirirla tú solo, en ese acto viene incluida la fuerza que te impulsa a emprender, surge pasión por aplicar lo aprendido. ¡Ah! Esto es divino. Es tremendamente empoderante saber que puedes por saber que pudiste prepararte. Algo así sucede dentro de nosotros. Ahí se sucede el paso esencial de todo cambio, de todo progreso, de toda superación: “Acción”. Ahí se marca un antes y un después en la vida de cualquiera. Y esta experiencia, nadie la puede explicar ni comunicar en su justa magnitud sino sólo es entendida por quien la ha vivido. Unos solo verán letras en este texto, otros sentirán el impacto de su significado como privilegio de su resonancia por experiencia personal vivida. De verdad… ¡no te pierdas esta dicha!, porque viene lo mejor…
¡Surge el deleite por el resultado! Este es, sin duda, el premio mayor al proceso que vive un autodidacta. Aquí se goza por partida doble, por lograr y por incrementar la autoestima. Aquí nace una tremenda confianza en uno mismo, y ¿sabes algo? Este deleite aderezado de tremenda autoestima ¡es adictivo! Es progresivo. Es tremendamente transformador. Una vez que te autodemostraste que puedes, ahora surge más deseo y poder en ti para logra más… y así sucesivamente naciendo un círculo virtuoso de verdadero progreso en la vida.
Y la vida misma nos tiene reservada otra sorpresa, creo yo un tipo de premio-coronación para el autodidacta: una vez que generas resultados y hasta sorprendiéndose la gente por lo que has logrado cuando descubren que nadie te enseñó sino que muchos impávidos no se explican cómo entonces has progresado (para ese tipo de personas no existe en sus mentes la opción de “aprenderlo y hacerlo por ellos mismos”, luego así se impactan sin comprender), es que dentro de la multitud empiezan a surgir, como por arte de magia, gente tan “especial” que se acerca a ti con una mirada que confabula en silencio mirándote a los ojos su mensaje: “¿Tú también eres autodidacta como yo? ¡Me alegra encontrarte para platicar nuestros avances y juntos ahora crecer más!”. ¡Ese encuentro es emocionante en extremo! Una vez más la Ley de Semejanza opera. El encuentro de los similares se sucede. La sinergia surge.
Pues bien, hoy quise compartirte esta reflexión luego de que, una vez más, aprendí una enorme cantidad de cosas hoy como autodidacta. Tan sólo te puedo confesar que del éxito de mi vida, mucho o poco, el 5% ha estado relacionado con la carrera que hice donde me enseñaron Medicina, y el 95% por todo lo que yo fui y aprendí por mi parte, surgiendo así mi mayor éxito de vida: Nueva Conciencia, lo que yo mismo fui y aprendí como autodidacta y que con el tiempo hasta pensador he podido ser para generar opinión pública. Vas por el conocimiento para que con los años descubras que éste también surge de ti. Se cumple un mágico y misterioso ciclo donde ahora plasmo parte del conocimiento que mientras lo hago en mi leyenda personal de vida, este acto espera cruzarse con la leyenda personal de otro, de otro autodidacta, que encuentre por él mismo valiosa información en todo lo que publico. Este hermoso ciclo de autodidactas como poderosa estrategia para emprender es… lo que alcanzo a ver y hoy quise compartírtelo. -Alejandro ArizA.
Lo subscribo totalmente,”los hombres son voluntades”
Saludos.
¡Me encata!
Eso es exactamente lo que creo, siento y hago cada día. ¡Y yo que llegué a pensar que mi “desprecio” por los papelitos estaba un poquillo mal!
También yo he aprendido más “on my own way” que en las dos carreras que estudié… Pero aún soy muy “cursienta” oséase que sí me gusta oír a los que saben… sin embargo “no me lo como todo”, me como lo que me sabe bien, lo que no, lo dejo a un ladito a ver si después se me antoja… a veces se me antoja después de un tiempito, a veces nunca. Bueno no puedo decir que NUNCA, creo que aún estoy “vivita y coleando”.
Gracias por tu compartir.
GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS.