Este es un tema del que, la verdad, me gustaría no escribir, pero desde ayer no me lo puedo sacar de la cabeza y es así que me siento impelido a comentar brevemente al respecto. Pensando en el momento al que alguna vez llegaremos –si bien nos va–, nuestra vejez, y nuestro futuro económico en esa etapa, sobre todo en aquellos que no tenemos pensión o jubilación o afore, y para muchos que no tienen ahorros, propiedades o incluso ni el conocimiento de cómo ahorrar para el retiro. Si eres un “millenial” o un empleado sin goce a pensión o una persona –de cualquier edad– que no ahorra porque no sabe, o porque simple y objetivamente no le alcanza el dinero que gana para ahorrar para su futuro pensando en su vejez, retiro o jubilación, entonces tienes (tenemos) que reflexionar al respecto.
En varias de mis conferencias he explicado ampliamente cómo el ser humano se mueve por una de dos fuerzas: tendencia al placer o rechazo al dolor. Todo, absolutamente todo lo que hacemos, es por una de esas dos causas. Por eso, por evitar dolor, muchas veces preferimos no tocar ciertos temas, evadimos hablar de la muerte, la separación, la pobreza autogenerada, la enfermedad o el tema de hoy, nuestro futuro económico y así muchos prefieren actuar como “chavorrucos”, ese interesante término para los adultos –digamos cuarentones o cincuentones– pero que se siguen vistiendo y comportando como si fueran adolescentes, vistiendo a la moda juvenil –elección muy respetable– pero que también siguen teniendo una economía de adolescente –cosa que es lo que veo grave–. Pero la buena noticia aquí (estoy haciendo lo más que puedo para encontrar lo bueno dentro de lo que podría ser malo), es que existe la manera de evitar ese dolor de una traguedia económica en nuestro futuro: “adelantándonos” lo más que podamos al momento en que sucede el origen de ese dolor. Quizá ese es el objetivo de comunicar estas ideas. Franz Kafka aluna ocasión dijo: «Puedes alejarte del dolor del mundo, eres libre de hacerlo y corresponde a tu naturaleza, pero quizá ese alejamiento sea precisamente el único dolor que tú podrías evitar».
Todo empezó ayer que se me ocurrió ver televisión. Si me conoces, desde hace más de 25 años no veo televisión. Es parte fundamental de la filosofía Nueva Conciencia, mi filosofia de vida. Sin embargo, el “aparato” televisor, digamos la pantalla, yo sí la uso con alguna frecuencia para proyectar la información que a mí sí me interesa, de vez en cuando la uso para ver ciertos documentales, series que me dejen una gran lección de vida o hasta para proyectar ciertas presentaciones de mi computadora; extremadamente rara es la ocasión en que la uso para ver programación de televisión. Ayer fue una de esas raras ocasiones. Me enteré que los viernes a las 10 pm se transmitía por Canal Sony un programa que disfruto mucho, “SharkTank México”. Si no has oído de este maravilloso programa, investiga en Internet de esa franquicia televisiva, ya sucede en muchos países y acaba de estrenarse hace poco en México. En breve te comento que trata de un grupo de multimillonarios empresarios que escuchan propuestas de emprendedores que van a solicitar su apoyo, emprendedores que les falta dinero para seguir creciendo, y dependiendo de lo viable que los multimillonarios empresarios analicen sus proyectos, los apoyan con dinero, influencias y experiencia o no. ¡De verdad que es un programa extraordinario! Hasta ahí, todo iba bien. Hasta que se empezó a meter Nueva Conciencia en mí y me hizo observar las condiciones de los participantes en ese programa, los tres participantes, los multimillonarios empresarios, los emprendedores… y el televidente (como yo, o como pudiste o puedes ser tú). Los primeros, por supuesto que están mucho más allá del bien y del mal. Personas con tantísimo dinero que ahora se dan el lujo de estar en un programa donde se trata de que inviertan en las ideas brillantes de otros. Qué maravilla por ellos, porque lo más seguro es que hasta les paguen una buena suma de dinero por estar ahí. Se cumple una ley, los ricos siempre se hacen más ricos. Luego, están los emprendedores, qué maravilla que hayan invertido tanto talento en inventar, crear y emprender, y luego atreverse a salir exhibidos en un programa de tan algo “rating”, de verdad, otra activdidad admirable. Pero luego… está el televidente, el que ni es multimillonario ni emprendedor, uno que no más está echadote en el sofá o en la cama, “viendo” cómo otros trabajan y otros tienen tanto dinero que les alcanza para prestarles a los primeros y seguir ganando juntos. El televidente, no más viendo. ¡Qué calambre pensar así en los tres participantes del programa! Cinco multimillonarios, unos cuantos emprendedores y millones no más mirando. En fin…, luego, al terminar ese programa donde solo se ve un desfile de millones de pesos, gente tan exitosa apoyando a gente con ideas valiosas… inmediatamente después, le tuve que cambiar al canal yéndome a HBO porque de inmediato empezaba otro nuevo programa que me interesa mucho, “Chumel\”, pero ayer su programa trató acerca del retiro, del desolador futuro que le espera a muchas personas por falta de dinero para su vejez. ¡El “contraste” inmediato que sincronizó en los únicos programas que ví ayer, uno pegado al otro, fue extremadamente impresionante para mí! De la riqueza y valor, al pobre y desolador futuro de muchos. Qué calambres cerebrales viví anoche. Por eso te estoy escribiendo hoy.
Chumel Torres es un joven, nuevo creativo comentarista sarcástico y humorístico de noticias serias. Esa combinación es el origen de su éxito. La historia que he alcanzado a investigar de Chumel es una hermosísima historia de éxito contemporáneo, una vez más, una historia de esas admirables de emprendimiento por confianza en sí mismo y en su pasión, generando atrevimiento. Hace cuatro años Chumel tuvo la idea de transmitir videos por YouTube con su propio programa de análisis sarcástico de noticias al que le llamó “El pulso de la República\”. Un jovencito con su cámara de video, Internet, abriendo su canal de YouTube y un gran talento creativo. Lógicamente hace cuatro años nadie lo conocía y sólo algunos amigos y adeptos empezaron a verlo, empezó a ser atractivo, su muy majadero (como algunas personas sensibles al lenguaje podrían percibirlo) y satírica creatividad para analizar objetivamente noticias serias de la política y del mundo actual empezaron a tener gran auge entre millenials y juventud que, gracias a él, por primera vez se veían interesados en lo que sucede en el país. Yo supe de él por algún azar en redes sociales hace apenas un par de semanas quizá. Me cautivó. Habla con tremenda dosis de verdades. Y así, me alegra y me sorprende que luego de tener más de un millón y medio de seguidores que se juntaron en estos cuatro años de serle fiel a sus ideas, un canal de televisión se fijó en él, HBO, y le hace su propio programa, “Chumel”, programa que inició transmisiones la semana pasada. Admirablemente brincó de un canal personal de YouTube a HBO con cobertura internacional por televisión de paga. ¡Ese es el verdadero éxito en la vida! Ese éxito del que hablo en mi libro del mismo título, un éxito “consecuencia” de ser y hacer lo que más se disfruta ser y hacer. Así HBO pone sus ojos y su apuesta en este joven y le crea un programa a cuadro donde durante media hora es él solo analizando noticias y temas con su muy particular estilo y prácticamente sin censura alguna. ¡Qué bien por Chumel, un joven mexicano triunfando como los grandes por serle fiel a su pasión! ¡Qué historia tan inspiradora para tantos! De esta historia podría desprender un extenso análisis propio de otra columna independiente, pero no deseo desviarme mucho. Ayer Chumel tocó violentamente el tema de “El retiro”. Podría escribir y escribir comentando su análisis, sin embargo, ayer cuando terminó su programa pensé: “…¡caray! ¡Este material lo debía haber grabado!”. Dio una explicación extremadamente valiosa, clara y amena de algo complejo, árido y oculto para muchos, el retiro. Y pues la fuerza del pensamiento aplicó una vez más y así como lo pensé, hoy salió ese fragmento del programa ya en YouTube. ¡TIENES QUE VERLO! Y velo cuantas veces necesites para entenderlo y alcanzar a ver su implicación. Aquí lo he incluido en esta columna está para ti…, creo que por primera vez me voy a interrumpir a mi mismo y te pediré que en este momento hagas clic en este enlace que abrirá otra página para que lo veas –te pido que lo hagas con profundísima atención– y luego regreses a terminar tu lectura aquí. Haz clic en el enlace:
«Chumel analizando \”El retiro”».
Estoy seguro que tendrás que ver varias veces ese video para que lo entiendas a cabalidad su trascendencia. Y precisamente por eso es que debo decirte que yo sí conozco una fórmula viable para nuestro retiro, además del ahorro. Y es esa la razón por la que tanto insisto en que debemos hacer “algo” para nuestro retiro, por eso vengo recomendando que en tu tiempo libre hagas algo que te genere un auténtico ingreso residual (si quieres saber de este tema, “ingreso residual” haz clic aquí). Yo conozco un negocio que gracias a Dios no es multinivel, donde nadie tiene que vender nada, donde nadie tiene que invertir dinero adicional, y donde puedes trabajar en tu tiempo libre para crear un verdadero ingreso residual y tener una jubilación digna. Y, con todo respeto, este tipo de estrategias no se trata de si es algo que te gusta o no. Si haz logrado entender el mensaje de esta columna, abrigo la esperanza y abrazo la ilusión de que entiendas que muchas veces para salir adelante no solo tenemos que hacer lo que nos gusta y evitar lo que no nos gusta, simplemente tenemos que hacer lo que nos conviene, nos guste o no.
Si deseas mi ayuda tan solo para darte a conocer este modelo de negocio que nos ayude a tener una jubilación digna, haz clic aquí para que pronto alguien de mi equipo o yo nos comuniquemos contigo para darte información y mostrarte cómo podríamos trabajar juntos por nuestro futuro:
Querido lector, querida lectora, este tema de verdad que es en extremo serio. Aquí se abren dos opciones: que simplemente cierres esta columna y sin darle mayor importancia sigas con lo tuyo (evación a un tema que te genera dolor), o que te detengas a pensar en la seriedad del tema para evitar el futuro dolor. Hoy, este tema es más que serio de lo que imaginas y lo es independientemente de tu edad. En psicología hay un concepto que dice: “El ser humano se ríe de lo que más le duele para que le duela menos”, y ese es el caso del programa de Chumel hablando del retiro. Si no fuera por su sátira, el tema haría sangrar de preocupación a más de uno. Ojalá que sin sangrar te preocupe sanamente y te lleve más allá, a ocuparte en vez de preocuparte.
La palabra “jubilación” es la unión del sufijo -ción, que significa “acción de”, y júbilo, que significa gozo o alegría muy intensa que se hace ostensible, es decir, jubilación es la acción de llegar a gozar con gran alegría en forma muy evidente. ¡Imagínate lo que implica la jubilación! Y según esta explicación, parece que dista mucho de como viven o vivirán muchos jubilados. Qué ironía. Yo sí creo en que podamos llegar a vivir una gran jubilación…
¡Podemos salir adelante! ¡Hay manera! Juntos podemos crear un mañana mejor. Tan solo si supieras lo que podemos hacer “juntos”. Esa palabra es el secreto de la seguridad para todos. Yo te invito a que nos unamos, a que hagamos algo “juntos”. Yo aquí estoy para quien quiera unirse. Yo aquí estoy para quien quiera que juntos vivamos una Nueva Conciencia de paz y prosperidad en nuestras vidas, hoy y en nuestro futuro. Yo aquí estoy para ayudar al ser humano a sentirse extraordinariamente bien. Pero no puedo solo. Un futuro mejor está en trabajar juntos y con inteligencia. Yo sé cómo hacerlo. Yo sé cómo crearlo sin riesgo alguno, ¡sin riesgo alguno! Entonces, lo único que necesitamos es tu humildad por aprender luego de que hayas visto ese video y leído esta columna apelando a tu capacidad para entender.
Te repito, juntos podemos crear un mañana mejor.
¡Emoción por Existir!
–Alejandro Ariza.